Durante su intervención, ha agradecido a los Estados miembros de la OMS y a sus equipos negociadores por «su visión de futuro, compromiso e incansable labor». «Esperamos con interés la consideración del acuerdo por parte de la Asamblea Mundial de la Salud y esperamos su adopción», ha afirmado.
Los Estados miembros de la OMS establecieron en diciembre de 2021, durante la pandemia de COVID-19, un órgano negociador intergubernamental para redactar y negociar un instrumento internacional para fortalecer la prevención, preparación y respuesta ante las pandemias. Desde entonces, han realizado trece rondas formales de reuniones y «numerosas negociaciones informales e intersesionales».
El texto elaborado incluye establecer un sistema de acceso de patógenos y compartir beneficios, tomar medidas concretas para la prevención de pandemias, construir capacidades de investigación y desarrollo geográficamente diversas, facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos, movilizar una fuerza laboral nacional y mundial capacitada, establecer un mecanismo financiero de coordinación, o establecer una cadena de suministro y red logística mundial.
La propuesta garantiza la soberanía de los países para abordar cuestiones de salud pública dentro de sus fronteras y establece que la OMS no tendrá autoridad alguna para dirigir u ordenar leyes y políticas nacionales , ni obligar a los Estados a adoptar medidas específicas, como prohibir u obligar a aceptar viajeros, imponer vacunaciones o tratamientos, ni implementar confinamientos.