Los B-2 en el océano Índico no son solo para mostrar

Desde marzo de 2025, Estados Unidos ha desplegado al menos seis bombarderos B-2 Spirit en la base de Diego García, ubicada en el Océano Índico.

El despliegue en Diego García incluye un tercio de los B-2 activos

Esta cantidad representa cerca del 30% de los 20 B-2 operativos con los que cuenta actualmente la Fuerza Aérea. El movimiento llamó la atención de expertos militares que, al inicio, lo interpretaron como una señal de presión hacia Irán.

El uso operativo de estos bombarderos furtivos, sin embargo, ya no se limita a mostrar fuerza. Fuentes confiables han confirmado que los B-2 participan en ataques a objetivos hutíes en Yemen, lo que marca un cambio en la percepción inicial del despliegue. Los ataques aéreos comenzaron el 15 de marzo como parte de una campaña más amplia.

La base militar de Diego García, compartida entre Reino Unido y Estados Unidos, sirve desde hace décadas como punto de partida para misiones en Oriente Medio y Asia. Su ubicación remota y capacidad logística permiten realizar operaciones de largo alcance con seguridad y eficiencia.

Imágenes satelitales captadas el 2 de abril por Planet Labs mostraron la presencia de seis B-2 y seis KC-135 Stratotankers en la base, además de aviones de apoyo como C-17 Globemasters. La alta concentración de estos bombarderos, valuados en 1,100 millones de dólares cada uno, revela la magnitud de las operaciones en curso.

Las misiones se centran en destruir instalaciones subterráneas hutíes

Los bombarderos B-2, con tecnología furtiva que les permite evadir defensas antiaéreas, han atacado búnkeres hutíes en Yemen. Este grupo rebelde, respaldado por Irán, controla gran parte del país, incluida la capital, Saná. La campaña busca limitar su capacidad para lanzar drones, misiles y lanchas explosivas contra rutas marítimas estratégicas.

Un informe de CNN del 2 de abril citó a un oficial estadounidense que confirmó la participación de los B-2 en estos bombardeos. Las operaciones buscan neutralizar amenazas en el mar Rojo, el Golfo de Adén y el estrecho de Bab al-Mandeb, zonas clave para el comercio internacional.

Datos clave sobre los B-2 Spirit y su operación en Yemen

EE. UU. despliega seis bombarderos B-2 cerca de Irán y Yemen
En esta foto publicada por la Guardia Nacional Aérea de EE. UU., un bombardero furtivo B-2 Spirit de la Fuerza Aérea de EE. UU. despega de una base de la Real Fuerza Aérea Australiana en Amberley, Australia, el 11 de septiembre de 2024 (Sargento Whitney Erhart/Guardia Nacional Aérea de EE. UU. vía AP)
  • 30% de la flota B-2 está desplegada en Diego García desde marzo de 2025.
  • 6 bombarderos furtivos B-2 y 6 aviones cisterna KC-135 están activos en la base.
  • Las misiones atacan búnkeres hutíes con bombas de precisión como JDAM y posiblemente GBU-57/B MOP.
  • Más de 65 muertes hutíes se reportaron desde el inicio de la campaña aérea, según The Times of Israel.
  • Los hutíes han derribado tres drones MQ-9 Reaper en el último mes, según Fox News.

Los B-2 ya habían sido empleados contra los hutíes en octubre de 2024. En esa ocasión, la Fuerza Aérea los utilizó para atacar cinco depósitos subterráneos de armas desde su base en Missouri. Las bombas JDAM de 2,000 libras destruyeron objetivos fortificados en zonas controladas por los hutíes.

El despliegue actual desde Diego García representa una intensificación de la campaña, pues la cercanía de la base permite aumentar la frecuencia de las misiones. Aunque no hay confirmación oficial, se cree que los B-2 podrían usar la bomba GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (MOP), capaz de destruir instalaciones profundamente enterradas.

Este tipo de armamento resulta especialmente útil contra la red de búnkeres construida por los hutíes con apoyo iraní. La MOP puede penetrar hasta 200 pies de tierra o 60 pies de concreto, y el B-2 es el único avión en servicio autorizado para emplearla en combate.

Estados Unidos combina bombarderos furtivos con portaaviones y misiles

Además de los B-2, la campaña aérea contra los hutíes incluye cazas F/A-18 lanzados desde el USS Harry S. Truman y misiles Tomahawk. Los ataques han generado al menos 65 muertes, con incidentes como el registrado cerca de Hodeida, donde murieron cuatro personas, según reportó The Times of Israel.

A pesar de estos bombardeos, los hutíes mantienen su capacidad de producción de misiles y drones, según informes del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Las evaluaciones indican que Irán sigue proporcionando componentes clave a través de redes logísticas regionales.

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MQ-9 Reaper

Los hutíes también han demostrado capacidad para responder. Han derribado varios drones estadounidenses MQ-9 Reaper recientemente, lo que demuestra que su sistema defensivo, aunque limitado, puede representar un riesgo.

La presencia de los B-2 en Diego García envía un mensaje a Teherán. La base se encuentra dentro del alcance de Irán, y los bombarderos podrían usarse contra instalaciones nucleares subterráneas si aumentan las tensiones. El gobierno de Donald Trump ha reiterado su exigencia para que Irán vuelva a negociar sobre su programa nuclear.

El despliegue genera debate sobre costos, efectividad y estrategia

Informes como el de BulgarianMilitary.com del 4 de abril han cuestionado la relación costo-beneficio de usar B-2 contra los hutíes. Algunos analistas apuntan a fallos en la inteligencia sobre la ubicación exacta de los objetivos o a la alta redundancia de los búnkeres enemigos.

Por otro lado, la Fuerza Aérea defiende el uso de los B-2, destacando su capacidad para operar en zonas con defensas antiaéreas avanzadas. Afirma que otros bombarderos, como el B-52 o el B-1, serían vulnerables en escenarios similares.

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El B-52 escoltado por los Gripens sobre Estocolmo. (Captura de pantalla del video incrustado)

El despliegue requiere una infraestructura logística compleja. Los KC-135 permiten reabastecer a los B-2 en vuelo, lo cual es clave para misiones que pueden durar más de 30 horas. Además, los C-17 Globemasters transportan personal, equipo y municiones para sostener las operaciones.

Medios como The War Zone han reportado posibles amenazas a la base, con menciones a un posible interés iraní en realizar maniobras cercanas a Diego García. No obstante, tales acciones implicarían un alto riesgo de conflicto directo con Estados Unidos y Reino Unido.

Imágenes satelitales y redes sociales amplifican el impacto del despliegue

La presencia de los B-2 en Diego García ha sido ampliamente documentada en redes sociales desde finales de marzo. Usuarios de X han compartido imágenes satelitales que confirman la llegada de los bombarderos, generando especulaciones sobre un posible aumento en el número de unidades desplegadas.

El icónico B-2 Spirit está listo para surcar los cielos nuevamente
El icónico B-2 Spirit está listo para surcar los cielos nuevamente

Las imágenes más recientes verifican la presencia de seis B-2, aunque algunos usuarios han sugerido que podría haber un séptimo avión en la base. Estas publicaciones han captado el interés de medios y analistas internacionales, dada la importancia estratégica del despliegue.

El enfoque en Diego García muestra cómo la proyección de poder militar en zonas remotas sigue siendo una prioridad para Estados Unidos. La combinación de alta tecnología, logística compleja y objetivos operativos en Yemen e Irán mantiene la atención global sobre esta operación.

En conclusión, los B-2 Spirit en Diego García ejecutan misiones activas contra instalaciones hutíes, con el respaldo de una infraestructura sólida y armamento de precisión. Aunque su uso plantea preguntas estratégicas y económicas, su papel como instrumento de disuasión regional sigue siendo clave.

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