Agentes de la Guardia Civil de Córdoba y de la Policía Nacional de Jaén han desarticulado en Granada una organización criminal dedicada al tráfico de armas de guerra en una macrooperación conjunta. La organización desmantelada contaba incluso con una galería de tiro subterránea. Según informa la Guardia Civil, se trata de la primera galería de tiro clandestina localizada en España, a la que se accedía tras descender hasta tres niveles bajo tierra y que había sido construida a mano y de forma rudimentaria utilizando herramientas básicas.
Durante el operativo policial se han realizado once entradas y registros en las localidades de Loja, Moraleda de Zafayona y Granada. Además, se ha detenido a tres personas por la comisión de presuntos delitos de tenencia ilícita de armas, depósito de armas de guerra, contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
Granada ha sido el escenario de la macrooperación, si bien la investigación se inició en las provincias de Córdoba, por la Guardia Civil, y de Jaén, por parte de la Policía Nacional. En ambos casos las investigaciones llevaron a los agentes hasta Granada, donde en febrero ya tuvo lugar una primera parte de este golpe a la banda criminal. Ya entonces, la Guardia Civil informó de los tres detenidos y de la intervención de armas de guerra. Este miércoles, la Benemérita informa del resultado global de la operación, donde la principal novedad es el descubrimiento de una galería de tiro subterránea clandestina.
Para probar armas antes de venderlas a otras bandas
Según informa la Guardia Civil, en el registro de una vivienda realizado en Granada los investigadores descubrieron una galería de tiro clandestina a la que se accedía tras descender hasta tres niveles bajo tierra, realizada a mano y de forma rudimentaria utilizando herramientas básicas con el fin de no alertar de ningún tipo de obra subterránea. Esta se trata de la primera galería de tiro localizada a una organización criminal en España. Era utilizada para la prueba de las armas adquiridas y posterior venta a otras organizaciones criminales y grupos delictivos, teniendo una gran profundidad y perfecta ubicación con el fin de evitar que el sonido de las detonaciones de las armas de fuego alertase a vecinos y fuerzas de seguridad. Inclusive y durante el registro de la estancia, los agentes observaron como en la misma se encontraron varias balas incrustadas en la pared de tierra, así como otros numerosos indicios de un uso actual y habitual de la galería.
Una de las armas intervenidas durante uno de los registros. / CÓRDOBA
Los investigadores han intervenido 3 fusiles de asalto, 1 subfusil, 6 armas cortas, 1 escopeta semiautomática, 1 chaleco antibalas, 1 kit de conversión pistola a subfusil, 2 pistolas simuladas, 1 cañón de pistola, 1 granada simulada, 1 carabina de aire comprimido, diversos cargadores de fusiles de asalto, subfusil y pistola de alta capacidad, así como abundante cartuchería metálica y no metálica. Además, se han intervenido más de 60.000 euros en metálico y desmantelado dos plantaciones indoor de marihuana.
Armas ocultas y enterradas
La mayoría de las armas fueron encontradas ocultas y enterradas en el terreno de una parcela con construcción chabolista en el polígono de Almanjayar, junto con una gran cantidad de munición de distintos calibres. Dicho lugar de ocultación de las armas ya estaba en el punto de mira de los investigadores debido a la existencia de fuertes indicios de que allí se estarían probando armas de fuego.
Tras numerosas actividades operativas que llevaron a los agentes a diferentes puntos de la geografía andaluza, se consiguió ubicar los domicilios de los investigados y las guarderías de las armas en Granada capital, Loja y una urbanización de chalets del municipio de Moraleda de Zafayona.
En ese punto, ya quedó patente que la organización se dedicaba a la compraventa y distribución de todo tipo de armas (especialmente de guerra), a organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico para su defensa y ataque contra bandas rivales. Estas, pagaban cuantiosas sumas de dinero por la adquisición de las armas. En concreto una pistola rondaba los 6000-7000 euros y un fusil de asalto los 10000-11000 euros.

Una de las pistolas intervenidas. / CÓRDOBA
Vendían las armas a través de aplicaciones de mensajería seguras
Con respecto a la forma en la que las armas eran comercializadas, estas eran ofertadas a través de aplicaciones de mensajería móvil seguras. A través de estas aplicaciones la organización ofrecía diversas armas de guerra (fusiles de asalto, subfusiles, pistolas automáticas), escopetas policiales, municiones, cargadores, chalecos antibalas y otro tipo de material táctico. Una vez se hacía el primer contacto con el potencial cliente y los investigados se cercioraban del interés sobre sus productos, los miembros de la organización grababan vídeos probando las armas para demostrar su buen funcionamiento. Incluso, en alguna ocasión, citaban a los posibles compradores para que ellos comprobaran in situ la efectividad de su mercancía.
Conforme se iba desarrollando la investigación una de las mayores dificultades que enfrentaron los agentes fue que, para la realización de las actividades delictivas, los investigados extremaban las medidas de seguridad; haciendo uso de medios técnicos y personales que dificultaban la labor policial de seguimiento y vigilancia.
Con la explotación de esta operación se ha logrado retirar de la vía pública unas armas que por su peligrosidad y capacidad de ocultación habrían podido ser usadas para cometer delitos de extrema gravedad contra la seguridad de las personas.