Con la conquista del Bernabéu, el Valencia CF volvió a ganar lejos de casa después de 354 días sin hacerlo desde el 0-1, gol de André Almeida, en el Sadar. Desde la victoria del 15 de abril de 2024, última de la pasada temporada, quedan todavía cuentas por saldar con la afición, nuevos desafíos para los de Carlos Corberán, que se resumen en el regreso a posiciones más acordes con la trayectoria histórica del club del murciélago.
Con aquel triunfo ante Osasuna, los valencianistas resistieron instalados en la séptima plaza, que en la práctica aseguraba al final del torneo un billete a la UEFA Conference League, una vez que el Athletic había levantado la Copa diez días antes en Sevilla. Sin embargo, el siguiente fin de semana, el Betis asaltó Mestalla con dos tantos de Ayoze y recuperó una posición que ya no perdería. Para el Valencia, aquella jornada 31 fue la última en la que ha pisado uno de los lugares europeos que otorga la liga española.
No ha vuelto a hacerlo. Ha pasado un año natural y toda una Liga, 38 jornadas -siete del pasado curso y 31 del actual-, sin ni siquiera saborear por unos días la sensación de entrar en la zona europea. Además, en lo que va de esta Liga 24/25, el conjunto blanquinegro tampoco ha disfrutado ni una sola fecha dentro del top 10. Precisamente, tanto la posibilidad de volver a pelear por Europa como el paso previo, el regreso a la mitad alta de la clasificación, aparecen como nuevas motivaciones en el vestuario.
Este sábado, el grupo visita al Rayo Vallecano, décimo con tres puntos más. Hay más rivales por delante, pero las palabras de Luis Rioja, futbolista experimentado e influyente, muestran la ambición de poder virar hacia metas más habituales en la vida centenaria del Valencia. «No es que me gustaría, sueño con ello. Es lo más grande para un club, que el equipo crezca, que juegue las máximas competiciones y más altas posibles. Me gustaría ser más ambicioso, pero la realidad de este año ha sido diferente», dijo el extremo sevillano, quien cataloga al club como «uno de los mejores de la historia de la Liga, campeón prácticamente de todo», a pesar de que «la competición ha llevado a un objetivo por el que el Valencia no está acostumbrado a luchar».
Aunque antes, para poder cumplir con ese deseo y cambiar el rumbo de la temporada, el cuerpo técnico ha fijado un reto inmediato: rebasar pronto la barrera de los 40 puntos. Es decir, aprovechar los dos próximos duelos con el Rayo y el Espanyol para escalar mientras se certifica la permanencia en Primera en un año en el que tanto ha sido el sufrimiento que, a finales de enero, se igualó el registro negativo de más jornadas en zona de descenso (24) de la campaña 1982/83.
Zona Meriton
De hecho, desde la implantación de la Liga de 20 equipos y el sistema de tres puntos por victoria entre finales de los años 80 y 90, el Valencia jamás había vivido toda una temporada sin pisar posiciones de la zona medio alta -bien un lugar entre los diez primeros, bien una plaza con el derecho a jugar competiciones UEFA al término de la jornada 38- hasta la irrupción de Peter Lim.
Nuno Espírito Santo lideró en el banquillo el primer proyecto bajo la propiedad del empresario de Singapur. En aquella campaña 2014/15, los blanquinegros no bajaron de la quinta plaza entre la segunda y la trigesimoctava. Al año siguiente, en cambio, todo fue muy diferente. El baile de entrenadores comenzó con el exjugador del United y comentarista televisivo Gary Neville no tocó posiciones europeas en un curso en que terminó duodécimo. Al año siguiente continuó el caos deportivo mientras el equipo fue incapaz de superar la duodécima plaza, en la que acabó en mayo de 2017. En total, 40 jornadas consecutivas fuera del top 10 de la Liga y de un lugar europeo en la clasificación.
Nuno, en un entrenamiento con el Valencia CF / SD
Marcelino llegaría en verano para levantarlo de la mediocridad. Desde su despido en septiembre de 2019, nadie ha sido capaz de volver a colocar al Valencia en posiciones de Champions en una segunda vuelta liguera. Solo lo ha hecho con la Europa League y Conference de modo puntual con Celades en 2020 y Baraja en 2024. Tras un año sin pisar el territorio de los mejores de la Liga, Corberán ha alimentado la esperanza de volver a hacerlo si se alcanza la séptima u octava plaza. El mejor espejo es lo hecho por el Valencia de Claudio Ranieri en 1998, cuando el equipo, decimonoveno en la jornada 15, finalizó la Liga noveno, clasificado para la Intertoto.