Es, sin ningún lugar a dudas, el técnico de mejor currículum y que más gloria ha dado al Real Zaragoza en sus 93 años de historia, el que más partidos le ha dirigido, 452, con el récord en Primera, en Segunda y en Europa, con los momentos de más esplendor, con esa Recopa que está a punto de cumplir 30 años y que es el mayor hito de la entidad, pero Víctor Fernández también ha dejado una pesada herencia cuando se ha marchado de un banquillo en el que ha estado en cuatro etapas, la última hasta diciembre pasado. En lo bueno, y ha habido mucho, y en lo negativo no es un técnico más, por diversos motivos, entorno incluido, y hay muchos datos que lo muestran, aunque uno de los más claros es que las tres temporadas en la historia en las que el Zaragoza ha visto cuatro entrenadores en el banquillo en un partido de Liga empezaron con el preparador del barrio Oliver en ese puesto: la actual, la 07-08, que finalizó en descenso, y la 96-97, con una permanencia agónica sellada por Luis Costa.
Víctor ha empezado en el banquillo zaragocista en 10 cursos, desde la 91-92 hasta la 96-97, en la 06-07, la 07-08, la 19-20 y la actual, y en tres ha sido relevado, los que marcan esa difícil huella de superar. El entrenador zaragozano llegó para salvar al equipo del descenso en la temporada 90-91, para relevar a Ildo Maneiro y con aquella promoción histórica con el Murcia que fue el inicio de una época dorada, con una Copa del Rey y la Recopa y un fútbol que enamoró al zaragocismo y a toda España y que se prolongó hasta el inicio de la 96-97. Entonces, Víctor, mucho más que una referencia zaragocista a esas alturas, solo estuvo 11 jornadas en el banquillo y fue relevado por uno de sus ayudantes, Manolo Nieves, que dirigió un único partido, ante el Hércules y con tablas, donde se limitó a cumplir órdenes y con Espárrago ya fichado. El uruguayo, con el que el club sufrió la pérdida de Alfonso Soláns Serrano, el gran valedor de Víctor, aunque la oportunidad se la dio Zalba, para que la presidencia pasara a su hijo, no fue solución y con solo una victoria en 9 citas dejó su puesto a Luis Costa, que tomó un equipo penúltimo con 15 puntos en 21 citas y le hizo sumar 35 en las segunda vuelta, en las mismas 21 jornadas, ya que aquella fue una Liga de 22 en la élite para eludir el descenso.
En lo bueno, y ha habido mucho, con la Recopa de 1995, la Copa de 1994 y muchos años de buen fútbol, y en lo negativo Víctor Fernández no es un técnico más, por diversos motivos, entorno incluido
El descenso más doloroso
En la 07-08, con un Zaragoza al que había devuelto a Europa en la temporada anterior, cuando fue la apuesta en la llegada de Agapito Iglesias, Víctor solo estuvo en la primera vuelta, ya que fue despedido al ecuador de la competición tras empatar en Mallorca y con un equipo diseñado para Champions (Oliveira, Aimar, Diego Milito, D’Alessandro, Matuzalem. Sergio García, Ayala…), con la plantilla más cara de la historia, con más de 40 millones en salarios, para que Ander Garitano, entonces entrenador del juvenil de División de Honor cogiera las riendas, pero solo aguantó un partido de Liga, con victoria además ante el Murcia (y otro de Copa) para presentar la dimisión y que Jabo Irureta fuera el relevo fallido, con solo 4 puntos de 18. Después, Manolo Villanova no pudo evitar una catástrofe por la dimensión del proyecto acabado así en la categoría de plata.
En la temporada actual y tras llegar en marzo y tener el máximo poder de decisión, la última palabra, en la confección de la plantilla, con una amplia revolución en verano que Juan Carlos Cordero no pudo ejecutar al completo, el técnico tiró la toalla tras 20 jornadas, después de un inicio muy bueno, siendo líder en la cuarta jornada, y una caída posterior que le llevó a no ganar en las 7 últimas citas (4 puntos de 21) antes de su salida. David Navarro, su segundo, fue el entrenador interino, con victoria ante el Racing de Ferrol, y Miguel Ángel Ramírez, una apuesta en teoría a largo plazo, solo duró 10 jornadas, con 7 puntos de 30 y un derrumbe absoluto que ha situado al equipo a un punto del descenso para que llegue Gabi Fernández, que debutará el lunes ante el Córdoba.
De las 87 temporadas restantes, quitando esas tres con Víctor de inicio, en la historia del Zaragoza, 54 no vivieron ningún cambio en el banquillo, en 23 hubo dos entrenadores y en 10 hasta tres
Los cambios se hacen habituales
Esas tres temporadas iniciadas con Víctor constituyen las de mayor movilidad en las 90, 58 en Primera y 28 en la actual Segunda, que ha vivido el Zaragoza desde su fundación en 1932 y con el parón por la Guerra Civil. Hubo hasta 10 con tres entrenadores en Liga (sin contar la Copa): la 41-42 (Gamborena, Uriarte, Quincoces), la 52-53 (Berkessy, Conde, Balmanya), la 70-71 (Martín, Balmanya, García Traid), la 71-72 (Rosendo, Juan Jugo, Iriondo), la 80-81 (Villanova, Costa, Beenhakker), la 01-02 (Rojo, Costa, Marcos Alonso), la 16-17 (Milla, Agné, Láinez), la 18-19 (Idiakez, Alcaraz, Víctor), la 20-21 (Baraja, Iván Martínez, JIM) y la 23-24 (Escribá, Velázquez, Víctor). En 23 cursos hubo dos técnicos y hasta en 54 no se registró ni un cambio en el banquillo, donde en los últimos tiempos el trasiego es casi insoportable.
Así, en lo que va de siglo, desde la 00-01, en 25 campañas, solo en 9 el mismo entrenador que empezó la Liga la acabó y, en esta etapa en Segunda iniciada en 2013, el Zaragoza ha convivido en 12 campañas con 20 técnicos distintos, aunque Víctor, cómo no, lo ha hecho en dos ocasiones. Solo en la 17-18 (Natxo), en la 19-20 (Víctor) y en la 21-22 (JIM) el preparador de turno completó la temporada y aún es más acuciante el movimiento en el último lustro, con solo un año, ese 21-22, sin cambios, con dos técnicos en la 22-23, tres en la 23-24 y en la 20-21 y los cuatro por ahora de la actual.