La importantísima reducción de la oferta de vivienda en alquiler ha provocado que el número de familias que compiten por cada vivienda en Palma se haya disparado un 495% desde antes del inicio de la pandemia de 2020, al pasar de ocho contactos interesados en el cuarto trimestre de 2019 a los 48 que se registraron en el cuarto trimestre de 2024, según datos publicados por idealista.
A nivel nacional, las familias que compiten por cada vivienda se ha casi cuadruplicado desde antes del inicio de la pandemia de 2020, al pasar de siete contactos interesados en el cuarto trimestre de 2019 a los 30, en el cuarto trimestre de 2024 (un 319% más).
Para el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, «el aumento de la competencia es el problema más grave que se encuentran las familias que necesitan una vivienda, por encima en muchas ocasiones de los elevados precios«. «Los denominados ‘castings’ miden principalmente factores como el nivel de ingresos, la fiabilidad de los mismos en el tiempo y la posibilidad de recuperar la vivienda en caso de impago», ha explicado Iñareta, por lo que, «al haber menos viviendas en el mercado y aumentar la competencia con fuerza, los perfiles elegidos son cada vez más elitistas«.
«En paralelo», ha continuado el portavoz de idealista, «cada vez son más las familias expulsadas del mercado: comenzaron siendo los perfiles más vulnerables, tras ellos vinieron quienes estaban en riesgo de convertirse en vulnerables, después quienes tenían que destinar más de un 30% al pago… y mientras tanto el agua sigue subiendo para muchas familias».
En este sentido, ha considerado «imprescindible» que «las políticas se reorienten a generar incentivos para lograr el aumento rápido e inmediato de la oferta de viviendas disponible, dejando atrás todas las medidas fallidas que perseguían al propietario». «Si ese giro de 180 grados no se produce de forma inmediata, la situación crítica que vive el alquiler en nuestro país seguirá empeorando a pasos agigantados», ha advertido Iñareta.
Pamplona, la ciudad con más competencia
Entre los grandes mercados, Bilbao es la ciudad en la que la competencia ha crecido más, un 523%. Le siguen Palma (495%), Barcelona (478%), Málaga (437%), Sevilla (411%), San Sebastián (358%), Alicante (339%) y Madrid (307%). Valencia se sitúa en última posición entre los grandes mercados con un incremento inferior al registrado a nivel nacional: 293%.
Aun así, la mayor intensificación de la competencia por una vivienda se ha registrado en Zamora (810%), seguida por Burgos (808%), Ávila (799%), Tarragona (774%), Lleida (703%), Oviedo (671%) y Palencia (601%), las únicas con un incremento superior al 600%. En el lado opuesto están las ciudades de Cádiz (176%), Pamplona (223%), Pontevedra (231%), Murcia (237%), Salamanca (241%) y Almería (258%).
En el cuarto trimestre de 2019, Pamplona era la ciudad en la que más competencia se registraba por cada anuncio (19 familias), seguida por Vitoria (18 familias), Guadalajara (13 familias), Madrid (10 familias), Barcelona (9 familias), Santa Cruz de Tenerife (9 familias) y Palma (8 familias). En la parte baja estaba Cáceres con un solo contacto de media por anuncio, seguido por un grupo de 11 ciudades en las que solo dos familias competían por cada anuncio: Ciudad Real, Badajoz, Ourense, Ceuta, Córdoba, Jaén, Melilla, Granada, Oviedo, Segovia y Salamanca.
Cinco años después, Vitoria es la capital en la que existe una mayor competencia, pues ya llega a las 108 familias interesadas en cada vivienda que sale al mercado. Le siguen Guadalajara (83 familias), Pamplona (61 familias), Barcelona (54 familias), Zaragoza (49 familias), Lleida y Palma (48 familias en las dos ciudades). Salamanca es la ciudad donde se percibe una menor competencia, pero alcanza las siete familias por anuncio, seguida por Cáceres, Badajoz y Ceuta, que coinciden en las ocho familias por vivienda.