El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha escogido Francia para su primera visita oficial en el extranjero, y este lunes ha sido recibido por Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo para un almuerzo de trabajo sobre Ucrania. En este encuentro ambos países han reiterado su alianza y la fortaleza de su unión: «Es más importante que nunca que Canadá fortalezca sus lazos con sus aliados fiables como Francia», ha subrayado el canadiense ante la prensa.
Durante su comparecencia, los dos mandatarios han evitado mencionar directamente a Estados Unidos, aunque el encuentro ha estado cargado de simbolismo. Canadá ha preferido visitar primero a Macron antes que a Donald Trump, y el presidente francés no ha dejado pasar la oportunidad para recordar que son «más fuertes juntos». «Nosotros sabemos qué es la colaboración económica, no los enfrentamientos, lo que nos permite construir economías fuertes», ha insistido el canadiense durante su visita, en un contexto de tensiones tras las amenazas de las últimas semanas del presidente estadounidense con la imposición de aranceles.
Carney ha aprovechadop su intervención para remarcar en varias ocasiones la necesidad de «fortalecer los lazos con aliados fiables como Francia».
Canadá y Francia por la paz de Ucrania
En su declaración conjunta sobre Ucrania, el presidente francés ha reiterado que «Canadá y Francia son potencias que apuestan por la paz, y que seguirán exigiendo compromisos claros de Rusia«.
Ambos dirigentes han insitido en el compromiso por una paz sólida y duradera para Ucrania y Macron ha agradecido a Carney su «apoyo sin fisuras» al país eslavo. «Este compromiso conjunto con los ucranianos siempre ha tenido como objetivo lograr una paz sólida y duradera, es decir, una paz acompañada de sólidas garantías que protejan a Ucrania ante cualquier nueva agresión rusa y garanticen la seguridad de toda Europa», han añadido.
Por su parte, Carney ha destacado la «determinación» de ambos países por «avanzar» hacia «un orden mundial justo«, «algo que no sea ni la ley del más fuerte ni el aislacionismo«, en clara alusión a la Administración Trump.
Importantes aliados
Este lunes, Francia y Canadá han demostrado que su amistad goza de buena salud en un momento crucial de alianzas. Ambos países son miembros de la OTAN, e importantes socios comerciales con un acuerdo de libre comercio (CETA), que facilita el intercambio de bienes y servicios. Carney ha recordado los lazos históricos –el francés es lengua cooficial junto al inglés en todo el país– y ha garantizado que su país «responderá siempre ‘presente’ cuando haya que contribuir para la seguridad de Europa»
Además, a pesar de que Canadá renunció a desarrollar o poseer armas nucleares en los 70, el país cuenta con una avanzada industria nuclear y es productora de uranio, aunque solo para usos pacíficos como la generación de energía. Esta industria es de gran interés para Francia, ya que el 70% de la electricidad del país galo proviene de energía nuclear, y para mantener su independencia energética, necesita un suministro estable de uranio, el combustible principal de sus reactores nucleares. No solo eso, ambos países colaboran conjuntamente en el desarrollo de la tecnología nuclear.