Casi la mitad de frutas y hortalizas que se sirven en los comedores escolares deberán ser de temporada a partir del curso que viene. Además, se prohibirán las bebidas azucaradas en las comidas y el alumnado tendrá al menos dos menús al mes con un 100 % de producto ecológico.
Son los principales cambios que ha anunciado el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, en la presentación del Real Decreto de comedores escolares desde el Ceip Benimàmet, de València.
El ministro Bustinduy junto a un agricultor local en un huerto de Catarroja. / Ana de Los Ángeles
El Decreto limitará los alimentos ultraprocesados e hipercalóricos, ofrecerá carne y pescado «de calidad» y aumentará la cantidad de legumbres y cereales integrales en los menús escolares según fijan los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, un 5 % del presupuesto mensual de los colegios deberá ser destinado a producción ecológica.
El objetivo del texto es implementar los productos de cercanía y de temporada en todos los centros escolares, ayudando así a la agricultura local. La idea es probar su funcionamiento en los colegios con la idea de poder extenderlo a otrors sectores públicos como los hospitales en los próximos años.
Del bancal al comedor escolar
Por otra parte, el Decreto apostará por los «circuitos cortos» y el producto de cercanía para «acceder a productos más sostenibles y de calidad que fomenten las economías locales»:

Varios integrantes del proyecto Horta Cuina en Catarroja. / Ana de Los Ángeles
Bustinduy ha puesto como ejemplo el proyecto Horta Cuina, de la ong Cerai, que conecta agricultores locales y centros escolares para llevar directamente las hortalizas del bancal a la mesa del alumnado. Esta iniciativa cuenta con 48 colegios adscritos y, para Bustindiuy «fomenta el consumo de producto de temporada ecológico mientras pagan precios justos y dan estabilidad a los agricultores de la zona», explica.
En la C.Valenciana hay unos 150.000 estudiantes que reciben becas para el comedor escolar. Bustinduy ha resaltado que esta medida beneficia precisa y especialmente a ese alumnado de contextos vulnerables y que, gracias a estas ayudas podrán tener una alimentación más equilibrada que en sus casas.
Por otro lado, aseguró que este Decreto será positivo para combatir los problemas de sobrepeso y obesidad infantiles que tienen más prevalencia precisamente en esas familias de rentas bajas. El Real Decrerto, ha dicho el ministro, ayudará a combatir esa desigualdad ya que garantizará «cinco comidas saludables a la semana permitiendo que todo el alumnado acceda a productos de calidad sin tener que depender de la renta de su familia»:

Varias hortalizas en la cocina del Ceip Benimàmet. / Ana de Los Ángeles
Aprender comiendo
Saray Fariñas, responsable de Cerai, explica que uno de los objetivos del proyecto Horta Cuina también es que el alumnado pueda aprender comiendo. «Hacemos salidas con el alumnado a la huerta para que vean que, si no hay tomate allí, no va a haber tomate en su plato. También para que conozcan qué productos son de temporada», reivindica. El proyecto ha sido galardonado con varios premios internacionales.
Esta es, además, una forma de dar estabilidad y buenos precios a los agricultores de la huerta valenciana. «No es nada fácil cuadrar todo, pero ya tenemos 48 colegios y hemos demostrado que es posible. Si cada colegio tiene una previsión de, por ejemplo, 100 kilos de zanahorias cada 6 meses, el agricultor puede plantarlas tranquilo porque sabe que las va a vender, y además a un precio justo».
“El Real Decreto no solo va a garantizar que haya una alimentación más saludable en los centros escolares, también que nuestros agricultores, ganaderos y pescadores tengan salarios más justos y un futuro más estable, y que se reduzca la contaminación y el desperdicio”, ha declarado el ministro tas visitar un huerto ecológico en Catarroja.