La urgencia para concretar un rearme de los países europeos no solo responde a la creciente desconfianza con la Administración estadounidense, también parte de la necesidad de corregir un desequilibrio que viene de lejos. Entre 2015-2019 y 2020-2024, los miembros europeos de la OTAN duplicaron sus importaciones de armas, con un aumento del 105% impulsado, en gran medida, por el suministro de Estados Unidos (64%). Muy por detrás se sitúan los demás países que ‘alimentan’ los arsenales de Europa: Francia y Corea del Sur (6,5% cada uno), seguidos de Alemania (4,7%) e Israel (3,9%), según los datos del último informe difundido por el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI).
El informe resalta que los países europeos de la OTAN están tomando medidas para reducir su dependencia respecto de EEUU en defensa, aunque será difícil reconducir el rumbo de su industria. «Con una Rusia cada vez más beligerante y unas relaciones transatlánticas tensas durante la primera presidencia de (Donald) Trump, los estados europeos de la OTAN han tomado medidas para reducir su dependencia de las importaciones de armas y fortalecer la industria armamentística europea», asegura Pieter Wezeman, investigador del Programa de Transferencias de Armas del SIPRI. «Sin embargo, la relación transatlántica en materia de suministro de armas tiene raíces profundas. Las importaciones desde EEUU han aumentado y los Estados europeos de la OTAN tienen pedidos de casi 500 aviones de combate y muchas otras armas aún por recibir», señala.
La dependencia europea no es lo único que nutre el sector armamentístico estadounidense, aunque sí que es la principal novedad. Por primera vez en dos décadas, la mayor parte de las exportaciones se dirigieron a Europa en lugar de a Oriente Próximo. El último lustro fue especialmente beneficioso para Washington, que afianzó su hegemonía con un aumento del 21% de las ventas e incrementó su cuota del mercado mundial del 35% al 43%. En este contexto, Estados Unidos se ha consolidado como el principal proveedor de armas para tres de los cinco mayores importadores a nivel global: Ucrania, que lidera el ranking, y Qatar y Arabia Saudí, en tercer y cuarto lugar, respectivamente.
Ucrania, el mayor importador de armas del mundo
Tras el inicio del conflicto en el este de Europa, las importaciones ucranianas se multiplicaron por 100 respecto al periodo anterior. El informe recoge que al menos 35 estados enviaron armas a Ucrania tras la invasión rusa lanzada en 2022 y prevé que haya aún más entregas sustanciales.
Kiev recibió el 8,8% de todas las importaciones de armas entre 2020 y 2024, la mayoría de las cuales provenían de Estados Unidos (45%), seguido de Alemania (12%) y Polonia (11%).
Uno de los puntos de inflexión en la importación de armas de Kiev en 2024 fue la autorización para atacar a Rusia con misiles de largo alcance, que se tradujo en el suministro de este tipo de armamento y de aeronaves por parte de países como Francia, el Reino Unido y Estados Unidos. Además, Dinamarca, Países Bajos y Noruega proporcionaron aviones de combate.
Las exportaciones de Rusia y China caen, mientras Francia triplica sus ventas
En el periodo 2020-2024, Francia se convirtió en el segundo mayor exportador de armas del mundo (9,6%) y entregó armas pesadas a 65 países, la mayoría dirigidas a estados de Asia y Oceanía (35%), seguidos por los de Oriente Próximo (28%) y Europa (15%). Las exportaciones francesas de armamento pesado a otros Estados europeos casi se triplicaron entre 2015-2019 y 2020-2024 (+187%), como consecuencia principal de la entrega de aviones de combate a Grecia y Croacia, así como al suministro de armas a Ucrania.
En contraste, Rusia perdió posiciones y se situó como el tercer país que más armas exporta del mundo con el 7,8% del total. Moscú registró una caída de las ventas del 64%, una tendencia que ya había comenzado en 2020 y que obedece a varios factores como las necesidades propias en el campo de batalla, las sanciones comerciales y las «presiones» de EEUU y sus aliados a otros estados para que no les compren armas, resalta el estudio.
Por su parte, China también redujo sus exportaciones y fue el cuarto mayor exportador de armas en 2020-2024, con un 5,9% de las exportaciones globales. A pesar de los esfuerzos de China por aumentar sus exportaciones de armas, muchos grandes importadores evitan comprar armamento chino por cuestiones políticas.
Disminuyen las importaciones de Oriente Próximo
En Oriente Próximo las importaciones de armas cayeron un 20% entre 2015-2019 y 2020-2024, aunque cuatro de los 10 principales importadores globales se ubican en la región. Entre ellos, Qatar, Arabia Saudí, Egipto y Kuwait. Más de la mitad de las importaciones de armas provinieron de EEUU, mientras que el 13% procedió de Italia, el 9,8% de Francia y el 7,6 % de Alemania.
«Los conflictos y tensiones regionales continúan impulsando la demanda de importaciones de armas en Oriente Próximo», afirmó Zain Hussain, Investigador del Programa de Transferencias de Armas de SIPRI. «Dado el volumen de entregas pendientes, Oriente Próximo seguirá siendo una de las principales regiones importadoras de armas».
En ese sentido, el impacto de la guerra en Gaza no ha supuesto un gran incremento en el volumen de importaciones de armas por parte de Israel. Según el estudio, durante este periodo Estados Unidos suministró la mayor parte de las importaciones de armas de Israel (66%), seguido de Alemania (33%) e Italia (1%).
Más armas en África Occidental por el aumento de conflictos
La inseguridad y la escalada de violencia también han supuesto un incremento en las transferencias de armas al continente africano, especialmente en la región del Sahel y en África Occidental.
En los últimos 15 años y a medida que la seguridad se ha deteriorado, las importaciones de los estados de África Occidental prácticamente se duplicaron. El país que representa la mayor proporción de importaciones es Nigeria, con un 34%. Los investigadores del SIPRI destacan que aunque el volumen de importaciones es todavía pequeño, el incremento se está produciendo de forma muy acelerada, también en países como Burkina Faso, Malí y Senegal.