Karla Sofía Gascón vuelve a estar en el foco mediático, pero esta vez por su carrera y no por la polémica. Después de que Netflix le impusiera un veto tras la controversia generada por sus antiguos tuits, la plataforma ha decidido dar marcha atrás y permitirá su presencia en la gala de los Oscar este domingo. La actriz española, que está nominada a Mejor Actriz por ‘Emilia Pérez’, había sido excluida de todas las ceremonias previas en Los Ángeles, pero ahora podrá desfilar por la alfombra roja junto a sus compañeras de reparto.
Más allá de su participación en los Oscar, Gascón mantiene intactos sus compromisos profesionales. ‘Las malas’, adaptación de la novela de Camila Sosa que protagonizará bajo la dirección de Armando Bo, sigue adelante con su participación confirmada. “No hay ninguna novedad”, han asegurado fuentes cercanas a la productora de Los Javis, Suma Content, a El Mundo, dejando claro que la actriz sigue vinculada al proyecto. Además, todos los contratos que la intérprete tenía firmados para los próximos meses continúan en vigor, lo que despeja cualquier duda sobre su futuro en la industria.
El entorno de Gascón ha optado por el silencio desde el inicio de la polémica, sin responder a las declaraciones del director Jacques Audiard ni a la cancelación de la reedición de su novela. La estrategia parece haber dado resultado, ya que en los últimos días el apoyo hacia la actriz ha ido en aumento. Zoe Saldaña, su compañera de reparto en ‘Emilia Pérez’ y favorita al Oscar como mejor actriz de reparto, ha pedido que el equipo de la película acuda unido a la gala del domingo. «Me parece importante que terminemos este capítulo en equipo, como empezó el proyecto«, afirmó la actriz en un acto en Los Ángeles.
El cine español también ha cerrado filas en torno a la intérprete. En la última gala de los Goya, varias figuras de la industria manifestaron su rechazo a lo que consideran una «cacería desproporcionada» contra Gascón, especialmente por ser mujer y trans. A medida que la polémica se desinfla, su camino profesional parece retomarse con fuerza. La gala de los Oscar será el punto de inflexión definitivo para medir hasta qué punto Hollywood está dispuesto a dejar atrás la controversia.