El presunto agresor del turista español de 30 años, que resultó herido de gravedad este viernes por un ataque a cuchilladas en Berlín, es un peticionario de asilo de 19 años, según informaciones coincidentes de la radio pública regional RBB y del diario sensacionalista “Bild”.
El atacante se lanzó sobre el cuello de su víctima y, según el citado rotativo, que se remite a fuentes de la fiscalía, se está investigando el caso como “de criminalidad política”. Su agresión se produjo el viernes sobre las 18.00, en el monumento a las víctimas del Holocausto. Se trata de un espacio abierto permanentemente al visitante y vecino a la embajada de Estados Unidos.
Dos horas después, el sospechoso regresó al lugar de los hechos, llevaba las manos ensangrentadas y fue detenido sin oponer resistencia por la policía, que había acordonado el lugar. Se trata de un peticionario de asilo con residencia en Leipzig, ciudad a unos 150 kilómetros al sur de Berlín.
El ataque se produce cuando los partidos alemanes están cerrando su campaña electoral para los comicios generales de este domingo, en que los sondeos apuntan a una victoria del bloque conservador de Friedrich Merz, mientras que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) quedará en segundo lugar y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en tercero. En Alemania no hay jornada de reflexión, de modo que este sábado hay aún algunos mítines. Hay asimismo varias manifestaciones convocadas en Berlín y Hamburgo tanto por la ultraderecha como por grupos en defensa del cordón sanitario o cortafuegos frente al neonazismo.
Toda la campaña ha estado muy dominada por sucesivas propuestas, tanto de la derecha moderada como de la AfD, para proceder a deportaciones masivas, en un clima muy crispado por una serie de ataques a cuchilladas o atropellos múltiples, cuyos autores han sido refugiados o peticionarios de asilo pendientes de expulsión sirios, afganos o de otras procedencias.
El monumento a las víctimas del Holocausto es obra del arquitecto estadounidense Peter Eisenman y de acuerdo a su concepto artístico permanece abierto al visitante día y noche. Está formado por 2.710 bloques de hormigón de distintas alturas, repartidas por un espacio de 19.000 metros cuadrados. La idea de Eisenman era invitar a la reflexión y al recuerdo de los seis millones de judíos muertos por el Tercer Reich. Es un lugar muy expuesto a todo tipo de incidentes, desde actos antisemitas a casos de vandalismo, en general de efectos menores ya que está bajo vigilancia policial permanente.