Cerca de tres años después de su desembarco en el Real Zaragoza, auspiciado por la familia Yarza y Juan Forcén, que estaban en la Fundación y de los que solo sigue el segundo de ellos en la propiedad, la llegada de Real Z LLC ha dibujado una doble realidad muy clara. Y es que la indiscutible bonanza económica, con una reducción de la deuda, ahora en 48,8 millones, no se corresponde con el césped, donde los resultados deportivos son hasta peores que en anteriores etapas, ya que el Zaragoza de los nuevos propietarios, de ese conglomerado inversor en el que la voz cantante y en la sombra la llevan Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético, y el Fondo Ares, lleva un peor porcentaje de puntos y victorias que la Fundación, con una realidad mediocre en Segunda, y hasta que la negra era de Agapito Iglesias, que abocó al club casi a la desaparición, pero que, contando que estuvo seis años de ocho en Primera, con más dificultad por lo tanto, también presentaba un mejor balance global de triunfos y puntos.
Y es que Real Z LLC no ha logrado que el impulso económico de un club más saneado se vea en el césped, donde el prisma sigue siendo igual de gris, o hasta más. El Zaragoza, desde que en mayo de 2022, con la permanencia ya cerrada, porque esa era una de las condiciones, junto a la aprobación del CSD, para el cambio de propiedad que ya se dejó lista en abril con la venta de las acciones que tenía la familia Alierta, ha dibujado una trayectoria repleta de mediocridad en estas más de dos temporadas y media con nuevos dueños y de inestabilidad. En las dos últimas, en la 23-24 y en la actual, incluso, tras un gran comienzo. De hecho, en la 22-23 a estas alturas llevaba 33 puntos, por los 36 de la pasada campaña y los 34 de la actualidad, por lo que la regularidad en el tono gris no puede ser más evidente. El equipo acabó con 53 puntos en la primera campaña de los nuevos propietarios, con 51 en la segunda y la progresión en la actualidad le dejaría en 55 si mantiene esa dinámica.
Con Real Z LLC, el Zaragoza solo ha logrado el 41,8% de los puntos en juegom 138 del total de 330 hasta ahora. Mientras, con la Fundación, en ocho temporadas, entre 2014 y 2022, firmó 467 puntos en el torneo regular de los 1.008 posibles y un 46,32%. Con Agapito Iglesias, entre 2006 y 2014, sumó 399 de 936 puntos entre Primera (6 cursos) y Segunda (2), con el 42,62%
El caso es que de los 330 puntos que se han disputado con Real Z LLC el Zaragoza solo ha logrado 138, por lo que el porcentaje es algo inferior al 42% (41,8%). Mientras, con la Fundación, en ocho temporadas, entre 2014 y 2022, con tres de ellas acabando en playoff, en 2015, 2018 y 2020, el equipo vivió una regularidad mucho mayor, con 467 puntos en el torneo regular de los 1.008 posibles y un 46,32%. Con Agapito Iglesias, entre 2006 y 2014, con una presencia europea, dos descensos y un ascenso, el Zaragoza sumó 399 puntos de 936 posibles entre Primera (6 cursos) y Segunda (2), con el 42,62%, ligeramente superior por el momento a la actual propiedad.
El balance en victorias
También sucede en las victorias, donde el Zaragoza vive demasiado lejos de ellas en estos últimos años, una tendencia que ya tenía cuando la Fundación se marchó. Sin embargo, en el global de ambas etapas hay diferencias. Con ese patronato de ocho años, el Zaragoza selló 120 de 336, un 35,71% de los partidos en competición regular, mientras que con Real Z LLC se queda en un 30%, solo 33 de 110 encuentros posibles. Con Agapito fueron 105 de 312, muchas de ellas en la élite, y un 33,65%. Al menos, la trágica propiedad del empresario soriano sí fue la peor en las derrotas, con casi un 40% (39,42%) de partidos perdidos, por el 34,54% de los actuales dueños y el 32,14%, de nuevo el mejor dato, con la Fundación.
Más límite salarial y más entrenadores
A esos números en el césped que comparan la actual propiedad con la anterior hay que añadirles que el límite salarial en estos tres cursos ha sido el mayor de esta era en Segunda. En el comienzo de la 22-23 fue de 10,12, en la 23-24 de 9,88 y el curso actual de 11,7, récord absoluto. Con la Fundación la cifra más alta fue de 8,85 en el arranque de la 20-21 y en 2014, en su desembarco, solo pudo contar por la sanción de LaLiga por los desmanes de Agapito con 3,7 millones, en la temporada que más cerca ha estado de subir, a solo siete minutos en las Palmas, por cierto. Mientras, los anteriores dueños dieron la oportunidad a 13 entrenadores (Víctor Muñoz, Popovic, Carreras, Millá, Agné, Láinez, Natxo, Idiakez, Alcaraz, Víctor Fernández, Baraja, Iván y JIM) en 8 años, una media inferior a los seis que llevan los nuevos (Carcedo, Escribá, Velázquez, Víctor, Navarro y Ramírez) en estos casi tres.
La deuda neta global estaba en 67 millones en la entrada de la nueva propiedad y ha bajado un 28% en solo dos años, para situarse a 30 de junio pasado en 48,8. Y el capital social ha pasado con hasta cuatro ampliaciones de 6,36 a 44,98 millones, siete veces más
Todo eso contrasta con los números económico. La deuda neta global estaba en 67 millones en la entrada de la nueva propiedad y ha bajado un 28% en solo dos años, para situarse a 30 de junio pasado en 48,8, de los que solo 23,9 es externa, sin contra la última ampliación de capital de 12,1 millones y el crédito de LaLiga Impulso, de CVC, de 12,9 (13,4 con intereses) y a devolver en 2072. Además, se acabó con la deuda con Hacienda que la Fundación logró controlar y reducir después de que con Agapito estuviera a punto de estrangular al club, que entró con el soriano en concurso de acreedores con 145 millones de deuda global en 2011 y con 106 oficiales, algunos más reales, cuando vendió la SAD en 2014.
Mientras que el capital social en menos de tres años ha pasado de 6,36 a 44.98 millones, con cuatro ampliaciones de 14,6, de 6,7, de 5,17 y de12,13. Además de ese desembolso en las ampliaciones de capital, que ya está por encima de los 38 millones de euros (38,5 en concreto), la nueva propiedad también compró las anteriores acciones a la familia Alierta, a Carlos Iribarren y a la familia Yarza, unos 9 , además de comprar gran parte de la deuda concursal. La deuda inicial que se ofertó comprar era de 20,2 y se han cancelado casi 9,4 millones, con un ingreso financiero de 4,034 millones en esa operación (5,3 millones de inversión). Así, la nueva propiedad ha desembolsado casi 53 millones, a los que se podrían añadir, aunque nunca oficialmente, la deuda del Shakhtar y el Milan, que superaba los 6,5 millones de euros y que fue adquirida por una sociedad cercana al grupo inversor, en concreto a uno de sus principales accionistas.