El partido entre el Real Zaragoza y el Cádiz del pasado domingo, que finalizó en empate sin goles, estuvo también marcado por un detalle que obligó a que el encuentro se parase durante dos minutos cuando Iza Carcelén fue sacar el balón de banda en la segunda mitad y un aficionado, que tenía el esférico, se lo devolvió intentando darle un balonazo, algo que no logró porque el jugador cadista se apartó a tiempo, lo que llevó a que el árbitro detuviera el juego y lo consignara en el acta. El jueves, el Comité de Disciplina de la Federación Española hizo públicos los acuerdos de la pasada jornada y multó al Real Zaragoza por una “alteración del orden del encuentro de carácter leve (Artículo 117)”, por lo que implica una multa de hasta 602 euros.
El colegiado Jon Ander González Esteban consignó en el acta que la acción del aficionado fue “con clara intención de impactarle”, según escribió en la misma tras el partido, lo que ha motivado la anción de la RFEF. «En la segunda parte y durante el transcurso del encuentro, un espectador local identificado así por su ánimos lanzó el balón con el que se estaba disputando el encuentro a un jugador visitante con clara intención de impactarle. Este hecho fue puesto en conocimiento de coordinador de seguridad y fue anunciado por megafonía para que no se repitieran estos hechos, como así fue. Por este motivo el juego estuvo detenido durante dos minutos», escribió en el acta el árbitro del encuentro.
«Ha sido un lance del juego, he chocado con el lateral del Zaragoza y ha habido un aficionado que ha intentado darme un pelotazo en la cara, pero lo he esquivado. En los campos hay que dar ejemplo, sobre todo a los niños, y esta persona ha ido a agredir a un jugador profesional», dijo Iza tras el choque. El lateral, además, militó dos años en el conjunto aragonés, entre 2015 y 2017.