La Dirección General de Carreteras ha sacado a información pública el proyecto con el que pretende estabilizar un talud de la Autovía del Cantábrico (A-8) con la Ruta de la Plata (A-66), en una zona muy próxima al nudo de Serín. Un terraplén que según el informe de los técnicos llevaría dando problemas desde los años 70, casi desde el mismo momento de la construcción de la vía.
Con la obra que ahora se ha ideado se quiere poner fin a los movimientos del talud y a las consecuencias que provocan en la plataforma de la autovía A-8, como la deformación constante e incluso la rotura del firme, con los consecuentes perjuicios que genera para la rodadura segura de los vehículos. Una zona que tiene una intensidad media diaria de paso de entre 48.000 y 63.000, siendo un 8% de ellos vehículos pesados.
Según los técnicos, la causa del proceso de deslizamiento en el terraplén sería la existencia de materiales arcillosos de muy mala calidad geotécnica en el talud y la presencia de un nivel freático elevado. Asimismo, las patologías aparecidas del firme estarían relacionadas con la existencia de esos mismos materiales arcillosos en el fondo del desmonte. «De acuerdo con la información disponible en la actualidad, la base del firme, constituida por zahorras, se apoya directamente en los materiales arcillosos, que deben ser “Inadecuados” y por ello muy susceptibles a variaciones en su capacidad de soporte por variaciones en su humedad. Esta inadecuada disposición de materiales podría ser también la causante de las patologías existentes en el firme», indican los técnicos.
Descripción de los problemas en la zona. / .
En este caso la solución que se plantea, y que a priori no afectaría a la circulación por la A-8 cuando se llevaran a cabo las obras, contempla la retirada de plantaciones existentes en la ladera, la capa de tierra vegetal, el descabezado del talud mediante excavación y obras de drenaje que incluyen la realización de nuevas cunetas en cabeza y pie de ladera, así como otras cunetas de desagüe y drenajes en el pie de la ladera para recoger las aguas subterráneas y con ello garantizar la estabilidad de la misma.
El tramo de la autovía A-8 entre Gijón y Avilés donde se va a intervenir se construyó a principios de los años 70 con dos carriles por sentido y con un firme rígido formado por una losa continua de hormigón armado. Posteriormente, recuerdan los técnicos, en el año 2003 se acometieron trabajos de acondicionamiento del nudo de Serín que ensancharon la plataforma añadiendo un carril adicional por el exterior. «Parece que, desde la construcción del tramo, entre los años 1973 y 1974, se han venido produciendo movimientos que han originado la aparición de ondulaciones y deformaciones en el pavimento de hormigón, así como inestabilidades en el talud de desmonte existente en la margen norte de la autovía entre los ppkk. 392+400 y 392+800. En la actualidad, el tramo objeto de estudio lleva en servicio unos 40 años y, de acuerdo con las informaciones recabadas, no se han llevado a cabo en él rehabilitaciones estructurales del firme de importancia», describen los autores del estudio.

Problemas detectados en la calzada de la «Y». / .
El primer informe sobre los problemas observados en el firme en esa zona datan de 2013 y ya entonces se concluyó que el origen de las patologías se encontraba en una combinación de factores relacionados con la presencia en el terreno de niveles limo-arcillosos intercalados con arenas que favorecerían la circulación de agua. También se detectaron indicios de expansividad en el material, por lo que se consideró que la entrada de agua podría haber provocado el levantamiento de la calzada.
En base a ese informe, en 2015 se redactó un proyecto que tuvo que modificarse para aumentar su presupuesto en diciembre de 2017. Posteriormente, en enero de 2018, se redactó el proyecto para la definición y valoración de las obras necesarias para la reconstrucción del firme de la autovía A-8, en la calzada derechacon una solución que consistía en el rebajamiento del nivel freático del talud en primera fase, mediante la ejecución de una alineación de pozos drenantes. Las obras para ejecutar el referido proyecto comenzaron el 13 agosto de 2019, produciéndose su suspensión temporal y total en febrero de 2021 como consecuencia de las dificultades técnicas surgidas durante su ejecución. De acuerdo con la información que se añade en el expediente, las incidencias estaban relacionadas con la perforación de los pozos, ya que se produjeron «importantes movimientos relativos entre los anillos de hormigón una vez finalizada la ejecución de los mismos, e incluso importante arrastres agua y sólidos arenosos en alguno de ellos que obligó a desistir de su ejecución». Ante estas incidencias, «se interrumpieron el resto de las actuaciones de conexión entre pozos, debido al peligro de seguridad que suponía acceder a su interior para la realización de los trabajos».
Ahora la Dirección General de Carreteras ha resuelto aprobar la nueva obra en el citado talud de la A-8, con un presupuesto base de licitación estimado (IVA incluido) de 784.703,67 €, y declara además la urgencia de los trabajos que incluyen la expropiación de terrenos a un propietario.