La Guardia Civil de Almassora, en Castellón, ha recibido la denuncia de cuatro víctimas de un nuevo caso de violencia homófoba. Los hechos sucedieron en la noche del pasado sábado, día 1, cuando cuatro amigos de entre 21 y 40 años (tres varones y una mujer) regresaban a su casa en el autobús de línea que une Castelló y Almassora.
Eran sobre las 21.30 horas cuando, según han relatado a este diario los propios afectados, un grupo de adolescentes molestó a la mujer en el autocar y le cortó el paso cuando ella trataba de apearse en una parada. Por ello, los denunciantes les pidieron que la respetaran y la dejaran tranquila. «A partir de ese momento, todo se complicó. A nosotros se nos nota que somos homosexuales. Uno de mis amigos, que viste bastante femenino, llevaba bolso e iba maquillado. Entonces empezaron a meterse con nosotros y a llamarnos maricones de mierda», recuerdan en conversaciones con este diario.
Cuando los afectados se bajaron del autobús y se dirigieron a un bar de la plaza Santa Isabel, el grupo de jóvenes los siguió. «Eran unos ocho o diez menores, calculamos que de entre 14 y 17 años. Empezaron a gritarnos y a decirnos que los habíamos ofendido, cuando nosotros no habíamos hecho nada», afirman los denunciantes, quienes recibieron frases como: «No eres persona, eres solo un maricón».
Un ataque de pánico
Según el testimonio de los ciudadanos increpados, ante el revuelo generado en el establecimiento hostelero y la presencia de otros clientes, la encargada del local les pidió a todos (agresores y agredidos) que se marcharan. «Uno de mis amigos tenía un ataque de pánico. Estaba paralizado. La gente que lo presenció le decía a esas personas que pararan y que nos merecíamos respeto», dice uno de los afectados.
Las víctimas decidieron marcharse a su casa para evitar más problemas y, cuando estaba a unos cinco metros del portal, vieron que estaban siendo perseguidos, insultados y amenazados por el mismo grupo de adolescentes. «Subimos corriendo las escaleras y escuchamos cómo rompían la puerta de cristal del portal. Llamamos a la Policía Local y nos remitieron a la Guardia Civil, que se personó en mi casa. Cuando llegaron, los agresores habían huido y la puerta estaba destrozada», cuentan.
Los afectados interpusieron después la pertinente denuncia en el cuartel y lamentan unos hechos tan graves por parte de personas tan jóvenes. «Nosotros huímos de El Salvador por nuestra orientación sexual y pedimos asilo. No dabámos crédito a lo que nos estaba pasando. Eran solo unos niños, pero tenían mucho odio dentro y pasamos verdadero miedo. En seis años que llevamos en la provincia de Castellón, nunca nos habíamos visto en una situación así», lamentan estas personas, que esperan la iodentificación de sus agresores y que este tipo de persecuciones no se repitan.
