Tras meses de exigencias internacionales, protestas, tensiones y agravamientos de relaciones, la guerra en Gaza se está acercando a un punto final. Este miércoles se consiguió una tregua, pero esto no conlleva la paz de manera instantánea. Esta guerra ha desembocado en una de las peores crisis humanitarias que se ha vivido desde la segunda guerra mundial y varias violaciones a derechos humanos, además de tener raíces históricas y complejas que no se pueden resolver con un acuerdo del alto al fuego.

La hambruna se esparce por la Franja y se han registrado casi 47.000 muertes y otros 109.000 heridos, de acuerdo con cifras de la ONU, aunque el número exacto se desconoce y probablemente nunca se sabrá. Se ha acordado un alto al fuego entre Israel y Hamás, pero eso no quiere decir que se haya firmado la paz, ni que la ayuda internacional no esté en un momento crucial para empezar a estabilizar la región.

Egipto, Qatar y Estados Unidos han sido los protagonistas de los acuerdos del alto al fuego, actuando como mediadores que consiguieron un tratado que involucra un intercambio de rehenes y un primer paso hacia el fin del conflicto. Otros países internacionales, incluyendo a España, han comunicado su intención de mandar asistencia humanitaria a la zona para ayudar en su recuperación.

Los acuerdos de la liberación de rehenes

El acuerdo firmado entre Israel y Hamás promete seis semanas donde no se intercambiarán ataques y se pondrá en libertad parte los rehenes capturados durante los 15 meses de guerra. Pese a ello, hay complicaciones.

El director de Rehenes, Retornados y Personas Desaparecidas israelí ha acusado este jueves a Hamás de haber añadido exigencias que “contradicen el acuerdo”, de acuerdo con NBC News. Paralelamente, el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, ha negado las denuncias en una entrevista con la cadena de televisión Al Arabiya, diciendo que no existen evidencias de que el grupo se haya “echado atrás de los términos del acuerdo del alto al fuego”.

Debido a estas acusaciones, el gabinete de Netanyahu ha rechazado reunirse con Hamás hasta que el grupo acuerde todos los términos del tratado para finalizar los detalles sobre la devolución de rehenes, de acuerdo con el Washington Post. Las primeras semanas del acuerdo conllevarán la liberación de 33 rehenes, pero la próxima fase sigue en negociaciones e incluye la posible liberación de todos los rehenes además de la retirada total de tropas israelíes de la Franja de Gaza.

El largo camino hacia la paz

Los pasos por seguir tras el alto al fuego podrían ser los más complejos del proceso de paz de Palestina. En la comparecencia en el Atlantic Council del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken dejó claro que el objetivo del superpoder a través del acuerdo de paz es allanar el camino para conseguir un reconocimiento de Palestina como país independiente. Zanjó que quieren “darles a los palestinos su propio estado” y que será la clave para conseguir la estabilidad en la zona.

La asistencia humanitaria será uno de los principales retos a afrontar los próximos meses al iniciar debates sobre el futuro de las relaciones entre los países de la zona. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matt Miller, ha explicado que el alto al fuego significa que habrá un gran número de camiones entrando en la Franja de Gaza para llevar asistencia humanitaria, pero “esto no sucederá de la noche a la mañana”. Añadió: “Queremos conseguir que lleguen más de 500 camiones al día”, algo que ha sido arduo hasta el momento porque “no es solo una cuestión de conseguir camiones y conseguir asistencia en las puertas de Gaza; es conseguir que se entreguen. Ha sido muy difícil por la situación de seguridad sobre el terreno”, según NBC News.

Otro problema puede emanar del debilitamiento de Hamás. La Franja de Gaza ha estado controlada por el grupo desde hace casi 20 años de forma autoritaria, donde no se han llevado a cabo elecciones, no se ha tolerado la oposición ni se ha permitido la existencia de críticos al régimen, de acuerdo con Julie M. Norman en The Conversation. Pese a sus bajas militares, es posible que su búsqueda del poder sea su primera prioridad. 

Varios de sus comandantes murieron en los ataques israelíes en Gaza, pero es posible que Hamás intente retomar el control del país -el grupo origina en Gaza-, renunciando a su brazo militar. También es posible que los acuerdos conduzcan hacia una nueva formación de gobierno, pero Hamás ha sido claro en su objetivo de crear un estado palestino musulmán libre de influencias israelíes.

El origen del conflicto

En guerras relativamente duraderas, como puede ser la de Ucrania, Sudán, Gaza etc., la sobresaturación de información y la naturaleza compleja de los conflictos armado hace que los orígenes queden en segundo plano, pero son esenciales para entender su naturaleza. Israel ha estado luchando una guerra regional con sus vecinos para establecerse como un país legítimo; tanto es así que en el discurso de Blinken, aseguró que Israel solo conseguirá esa estabilidad a través del reconocimiento de Palestina como un estado y finalizando la guerra en Gaza. Hamás ha estado buscando la independencia y el reconocimiento de Palestina desde hace décadas y cuenta con el apoyo de Irán, país que busca expandir su influencia en la región.  

En octubre de 2023, Hamás atacó a Israel de manera espontánea, matando alrededor de 1.200 personas y capturando a 250 rehenes. Esto provocó la ofensiva masiva israelí que ha desembocado en las cifras de muertos y heridos que se han registrado en la actualidad. Analistas han sugerido que el ataque de Hamás buscaba desviar el reconocimiento de Arabia Saudí de Israel como estado legítimo, algo que en su momento era probable, según la BBC.  

No es el primer conflicto entre ambos grupos; han tenido conflictos desde que Hamás llegó al gobierno en 2006. Esta vez, el objetivo israelí ha sido la aniquilación total de Hamás, lo que explica parcialmente la escala de muertes que se han registrado en comparación con los conflictos pasados. Además, la ocupación israelí del territorio es considerada ilegal por Naciones Unidas, pero dado que Israel no considera Palestina un estado legítimo, su respuesta a las acusaciones es la defensa de Israel. Sin embargo, la Corte Penal Internacional ha emitido una orden de arresto para Benjamín Netanyahu por cometer crímenes contra la humanidad y de guerra. También se ordenó el arresto de un comandante de Hamás, Mohammed Deif, pero ya había muerto en un ataque aéreo en Gaza.

 

Fuente