La vida de Pep Guardiola da un vuelco totalmente inesperado. La crisis no solo aparece en los terrenos de juego con un Manchester City que viene de sufrir muchos resultados negativos, sino también en la parte más sentimental del entrenador. En este caso por la dolorosa separación con Cristina Serra, cuyos caminos se separan después de 30 años de relación.
La información adelantada por Las Mamarazzis, la pareja decidió romper la relación el pasado mes de diciembre. La citada fuente asegura, que a pesar de la ruptura, las dos partes todavía mantienen un vínculo cordial y amistoso.
Ambos quieren evitar que se genere un mayor ruido mediático por la separación, teniendo en cuenta que tienen tres hijos juntos: Maria, Màrius y Valentina.
Este importante golpe en la vida personal de Pep coincide con los episodios de gran nerviosismo que ha mostrado en los últimos meses. Desde arañarse su propia cara hasta discutir con un aficionado en la calle. Guardiola no ha sido el mismo en esta temporada, lo que podría explicarse por la complicada decisión de separarse de Cristina Serra.
Se conocieron en 1994
Los caminos de Pep y Cristina se cruzaron en 1994 gracias al negocio familiar de ella. Por aquel entonces, el jugador del Barça contaba con 23 años y ya había conquistado un oro olímpico en Barcelona 92. En tanto, la que sería la futura esposa de la estrella emergente del fútbol tenía 20 años.
En 2014, dos décadas y tres retoños más tarde, Pep y Cristina se casaron en el ayuntamiento de Matadepera en una ceremonia íntima. Serra, escritora y periodista experta en el mundo de la moda, siguió a Guardiola a todos sus destinos como director técnico: Barcelona, Múnich y Manchester. Sin embargo, en los últimos años estuvo más enfocada en seguir sus proyectos en Barcelona y Londres, dejando la localidad del equipo citizen en un segundo plano.