El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos informó que Irán ejecutó a más de 900 personas el año pasado, incluidas unas 40 en una sola semana de diciembre. Según Volker Turk, este aumento es alarmante y refleja una tendencia preocupante en el uso de la pena de muerte en el país. “Es profundamente inquietante observar este incremento anual”, señaló Turk, quien precisó que al menos 901 personas fueron ejecutadas en 2024, superando las 853 del año anterior.
En su declaración, Turk llamó a detener esta ola creciente de ejecuciones en Irán. El país justifica el uso de la pena capital para delitos graves como homicidio, tráfico de drogas, violación y agresión sexual. Sin embargo, activistas denuncian que el gobierno iraní utiliza esta práctica como herramienta para sembrar miedo, especialmente tras las protestas nacionales de 2022-2023.
Irán es el segundo país con más ejecuciones anuales, después de China, cuyas cifras no son accesibles, según organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional. Estas agrupaciones acusan al régimen liderado por el ayatolá Ali Jamenei de emplear la pena capital contra disidentes y participantes de manifestaciones recientes.
La oficina de derechos humanos de la ONU señaló que la mayoría de las ejecuciones en 2024 se relacionaron con delitos de drogas, aunque también incluyeron opositores al régimen y personas vinculadas a las protestas de 2022. Además, destacaron un aumento en el número de mujeres ejecutadas, alcanzando al menos 31 casos durante el año pasado, según datos del grupo Iran Human Rights (IHR).
Aunque Irán no publica cifras oficiales sobre ejecuciones, Liz Throssell, portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, aseguró que los números provienen de diversas organizaciones confiables que monitorean la situación, como HRANA, Hengaw e IHR. “Estamos seguros de la precisión de las cifras”, afirmó Throssell.
El pico más alto de ejecuciones en Irán en décadas se registró en 2015, con al menos 972 casos. Posteriormente, una reforma en la ley antinarcóticos en 2017 redujo las cifras, pero desde 2022 han vuelto a aumentar drásticamente. Según Turk, las cifras de 2024 son “alarmantes y sorprendentemente altas”.
Turk reiteró la posición de la ONU contra la pena de muerte en cualquier circunstancia, argumentando que esta práctica contradice el derecho fundamental a la vida y conlleva el riesgo de ejecutar a inocentes. También instó a Irán a establecer una moratoria como primer paso hacia su abolición definitiva.
En la actualidad, cerca de 170 países han abolido la pena de muerte o implementado moratorias sobre su uso.