Si por algo se caracteriza la cuesta de enero es por la subida de precios, tarifas y tasas que ocurren al inicio de cada año y que, indudablemente, afecta a la capacidad de compra de los consumidores.
Un incremento del coste de la vida que afecta a la salud mental. Pero, también hay otros factores que convierten al primer mes del año en el más “temido”.
La vuelta a la rutina después de las vacaciones de Navidad, al colegio y al trabajo, también influye en nuestro bienestar emocional.
Sin embargo, en determinadas personas, el regreso a la oficina puede suponer un auténtico calvario, y es lo que los expertos en psicología han bautizado como ergofobia.
En algunos casos este malestar es tan intenso que impide que realice de manera natural y adecuada sus tareas laborales
Los especialistas del Instituto Psicológico Cláritas explican que es un “miedo irracional” en diferentes aspectos laborales y que se produce antes, durante o después del trabajo.
Aunque cada persona es un mundo, “en algunos casos este malestar es tan intenso que impide que realice de manera natural y adecuada sus tareas laborales”.
Dos trabajadores de una pastelería de Canarias durante la jornada laboral. / Andrés Cruz
¿Cuáles son los síntomas de la ergofobia?
- Dificultad para mantener la concentración en el trabajo.
- Pensamientos recurrentes y negativos sobre el trabajo fuera de la jornada laboral.
- Angustia antes de comenzar a trabajar.
- Malestar físico antes o durante la jornada laboral, tales como dolor de estómago, cabeza o tensión muscular, y sin causa aparente.
- Problemas para conciliar el sueño.
Los problemas de salud mental más prevalentes son la ansiedad, la depresión y el trastorno del estado de ánimo. / DCStudio. FREEPIK
¿Por qué aparece el miedo al trabajo?
Hay ciertas personas que pueden presentar “ciertas características personales” que la hagan más susceptibles para padecer ergofobia, o lo que es lo mismo miedo al trabajo.
Puede haber experimentado una situación difícil que marca un antes y un después en su percepción del ámbito laboral
Y es que, puede ser porque son más propensos a sufrir algunos problemas de salud mental como estrés, ansiedad, u otros como estrés, elevada autoexigencia, dificultad para la planificación u organización.
- “Al igual que en otras fobias, la persona que tiene miedo al trabajo puede haber experimentado una situación difícil que marca un antes y un después en su percepción del ámbito laboral”.
Los psicólogos del Instituto Psicológico Cláritas también recalcan que se han dado casos de ergofobia en personas en búsqueda de empleo, lo que dificulta a su vez la obtención de un nuevo trabajo que satisfaga sus necesidades.
Uno de cada cuatro trabajadores, que vive en pequeñas poblaciones rurales, y dispone de conexión, opta ya por el teletrabajo. / Manu Mitru
¿Se puede superar la ergofobia?
La respuesta es sí. Aunque, no obstante, debe realizarse un proceso psicoterapéutico en el que se trabajan los siguientes aspectos, como subrayan los especialistas.
- Pensamientos. Se hará hincapié en aquellas “ideas irracionales y miedos anticipatorios” que pueden llegar a incluso impedir el buen desarrollo del trabajo.
- Técnicas de relajación. “Aprendizaje de distintas técnicas y hábitos saludables para prevenir y evitar la acumulación de estrés, evitando así que llegue a la ansiedad”.
- Experimentación positiva. Con acompañamiento profesional se enseñará a los pacientes “a enfocar su mirada no solo a los errores cometidos” y se le expondrá a situaciones que generan malestar durante la jornada laboral.
Y, por eso, aconsejan:
- Desconectar fuera del trabajo.
- Trabajar técnicas de relajación.
- Planificar aquello que se tiene que realizar durante la jornada laboral para una correcta organización.
- Y ante pensamientos intrusivos, darle la vuelta pensando en algo positivo.
