Vinícius Junior no puede seguir campando a sus anchas por el fútbol español. El futbolista del Real Madrid tiene carta libre para hacer lo que quiere dentro de un campo de fútbol sin que los jueces de la competición se atrevan a juzgarlo. El brasileño, de lío en lío desde que aterrizó en el club blanco, goza de una protección tan injusta como incomprensible para el resto de futbolistas de primera división. Lo que sucedió el viernes en Mestalla debería significar un punto de inflexión. La agresión del ‘7’ del Madrid a Stole Dimitrievski no puede quedar impune otra vez como la de hace dos temporadas a Hugo Duro. En aquella ocasión el madridista fue indultado por el Comité de Competición. La RFEF volverá a tener la palabra en la reunión del martes 7 de enero. Mientras tanto, el fútbol español lo tiene claro: Vinícius merece el castigo del que siempre se libra

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