La Fuerza Aérea de Nueva Zelanda planea reemplazar sus 757-200, en servicio desde 2003, debido a elevados costos y problemas de confiabilidad.

La antigüedad de los 757 impulsa un reemplazo acelerado

Los Boeing 757-200 de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, adquiridos en 2003 tras operar diez años con Transavia, sustituyeron a los antiguos Boeing 727. Tras más de tres décadas de uso, los crecientes costos de mantenimiento y las fallas recurrentes han obligado a un plan de reemplazo urgente, proyectado para completarse antes de 2027.

Entre las opciones consideradas, la RNZAF menciona como reemplazo preferido al Boeing 737 MAX 8 o el Airbus A321, específicamente las variantes A321LR o A321XLR. Sin embargo, la elección del 737 MAX 8 resulta inusual, ya que el 737 MAX 10 sería un equivalente más cercano al 757-200 en capacidad y tamaño.

El Boeing 757, cuyo diseño no se actualizó en nuevas variantes desde su producción inicial, dejó de fabricarse en 2004. Mientras tanto, Boeing ha intentado cubrir este segmento con el 737 MAX, aunque con resultados mixtos, y Airbus ha ganado terreno significativo con el A321, capturando buena parte del mercado.

Datos clave sobre los 757-200 de la RNZAF

  • En servicio desde 2003 tras operar 10 años con Transavia.
  • Equipados para transporte de carga, misiones humanitarias y evacuaciones médicas.
  • Modificados con puertas de carga y escaleras integradas para operar en lugares remotos.
  • Aprobados para vuelos hacia la Antártida desde 2009.

Historial operativo de los 757 y sus desafíos actuales

Estos aviones han desempeñado múltiples roles, desde apoyo humanitario hasta transporte VIP. Fueron adaptados tras su adquisición con grandes puertas de carga para hasta 11 palés y escaleras integradas que facilitan operaciones en aeródromos sin infraestructura.

Desde 2009, los 757 están autorizados para vuelos hacia la Antártida, colaborando con los C-130 en la distribución de personal y suministros. Sin embargo, la flota ha mostrado fallos graves, como en 2023, cuando una avería dejó varados a investigadores en la Antártida durante días.

El impacto de estas fallas no ha sido menor para líderes políticos. Primeros ministros como Christopher Luxon y Jacinda Ardern han experimentado retrasos en sus itinerarios por problemas mecánicos de los 757, destacando la necesidad de una flota más confiable.

Alternativas en consideración para la nueva flota

Mientras Nueva Zelanda evalúa opciones como el 737 MAX y el A321, Embraer busca posicionar su C-390 Millennium como candidato alternativo. Este avión, utilizado por varios países, podría incorporar módulos VIP, aunque su diseño militar podría no alinearse con la imagen deseada para visitas oficiales.

Sin embargo, el C-390 carece de comodidades típicas de aviones comerciales, como ventanas, y su estética militar podría no ser adecuada para funciones diplomáticas. La preferencia por opciones de Boeing o Airbus parece mantenerse.

En otras partes del mundo, el Boeing 757 sigue siendo utilizado por fuerzas militares y gobiernos, como los de Arabia Saudita, Argentina y Estados Unidos. A medida que el modelo se retira del servicio comercial, su uso se concentra en operaciones específicas.

El papel del 757 en la flota VIP de Estados Unidos

En Estados Unidos, los Boeing 757, designados como C-32, son utilizados por la Fuerza Aérea para transporte ejecutivo, incluidos los roles de Air Force 2 para el vicepresidente. Sin embargo, la flota muestra envejecimiento, con fuselajes de entre 20 y 30 años.

La USAF ha postergado el inicio de un programa formal de reemplazo, pero podrían considerar aviones 757 de segunda mano para su recapitalización. Modelos como el E-4B Nightwatch ya están siendo reemplazados con aviones de segunda mano por contratistas.

Mientras tanto, el 757 sigue siendo una opción confiable para operaciones clandestinas. Varias unidades C-32B sin distintivos apoyan misiones globales, aunque sus números exactos y capacidades generan controversia. Algunos de estos aviones pueden reabastecerse en vuelo, una característica única en el modelo.

Boeing enfrenta desafíos en contratos militares

Las críticas por sobrecostes y retrasos en proyectos como el KC-46 Pegasus y el VC-25B han afectado la reputación de Boeing. Esto, sumado a restricciones presupuestarias, dificulta que la USAF otorgue contratos a la compañía para reemplazos VIP en el futuro cercano.

La opción de adquirir fuselajes de segunda mano podría ser clave para modernizar la flota VIP, mientras la retirada global del 757 garantiza disponibilidad de repuestos. La USAF, reconocida por priorizar sus operaciones VIP, probablemente encontrará soluciones para mantener su flota operativa en el mediano plazo.

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