La justicia francesa ha condenado a 428 años a los 51 agresores de Gisèle Pelicot. “Decepción”, ha sido la palabra que han utilizado sus hijos para este final del proceso Mazan. El fallo, que la propia Gisèle ha asumido «con respeto», arroja un puñado de preguntas: ¿a qué han sido condenados exactamente los acusados? Si todos han sido declarados culpables, ¿por qué seis de ellos han quedado en libertad? ¿Se ha reconocido la sumisión química?» ¿En qué medida se están activando iniciativas para llevar el consentimiento al corazón de la legislación contra la violencia sexual? A continuación exponemos las claves de la sentencia.
1.¿A qué han sido condenados los acusados?
Todos los acusados han sido declarados culpables. De los 51 condenados, 47 han sido sentenciados por violación agravada, puesto que las imágenes prueban que penetraron a Giséle Pelicot sin consentimimento, lo hicieron “en reunión” con su marido, Dominique Pelicot, y bajo sumisión química.
La mayor pena ha sido para Dominique, declarado culpable de violación agravada; tentativa de violación y violación agravada de C. Marechal [la mujer de Jean-Pierre Marechal, el llamado “discípulo” de Pelicot], de otros delitos derivados como la difusión de imágenes en perjuicio de su exesposa; y por fotografiar a su hija Caroline, y a sus dos ex nueras.
Dos acusados han sido condenados por tentativa de violación, puesto que en los miles de archivos que guardaba Dominique en su ordenador no se ha podido probar que hubiera penetración, aunque sí intención de hacerlo. Según el código penal francés, cualquier acto de penetración está considerado violación. El delito de sumisión química bajo la ley francesa se contempla como un agravante, y por ello, a la condena de violación o agresión sexual se le añaden hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 75.000 euros, dependiendo del caso.
Joseph C. y Saifeddine G. son los únicos que han sido declarados culpables de agresión sexual por tocamientos a Gisèle Pelicot. Ninguno de los dos entrará en prisión, al igual que otros cuatro condenados, que han visto su pena reducida por falta de antecedentes y porque se encontraban en prisión provisional desde el momento de su detención.
2.¿Se ha tenido en cuenta el consentimiento? ¿Y la sumisión química?
Durante el juicio se han escuchado declaraciones por parte de los acusados y de los abogados que han indignado a la sala. Un letrado de la defensa provocó una gran polémica al afirmar frente a la prensa, en las primeras semanas de juicio, que existen “violaciones y violaciones”, minimizando la intención de algunos acusados, puesto que algunos han declarado que pensaron que acudían al domicilio de Pelicot para participar en el juego sexual de una pareja libertina.
«Ni por un segundo di mi consentimiento al señor Pelicot ni a los hombres que estaban detrás», ha repetido Gisèle en el juicio durante meses. Esta madre de tres hijos fue víctima de unas 200 violaciones, 92 de ellas cometidas por 50 acusados sentados en el banquillo, además de su marido, durante 10 años dejándole graves secuelas físicas.
El Código Penal francés no incorpora el consentimiento de la víctima de manera explícita en la ley, que define el delito de violación como «cualquier acto de penetración sexual cometido sobre otra persona por violencia, coacción, amenaza o sorpresa sin consentimiento».
Este jueves, durante la lectura de las sentencias, en la mayoría de condenas se rechazaba el agravante de la sumisión química, ya que el tribunal ha estimado que los hombres llamados por Dominique no sabían que Gisèle estaba sedada. Para la justicia francesa existe la posibilidad de que un hombre pueda agredir o violar a una mujer sin saber si la víctima está bajo sumisión química, puesto que “no siempre es evidente”.
Este extremo ha contribuido a reducir las penas de la mayoría de los condenados, a excepción de Rédouane A., quien cumplirá 9 años de prisión por violación agravada con discernimiento (conocimiento de la sedación química).
3.¿Por qué seis acusados han quedado en libertad?
A pesar de que la justicia reconoce que el medio centenar de hombres son culpables de abusar de Gisèle durante 10 años, seis de ellos no pisarán la cárcel y es probable que otros tantos tampoco cumplan la condena completa en prisión.
En el caso de los seis hombres en libertad, Saifeddine G y Joseph C. han sido condenados a tres años de prisión, con una reducción de dos años por falta de antecedentes. En el caso del resto, la justicia contempla el tiempo que han estado en prisión provisional a la espera de juicio y su colaboración durante todo el proceso. Desde que se inició la investigación hasta hoy han pasado cuatro años, y desde entonces, una veintena de ellos se encontraban en prisión a la espera de la sentencia.
4.¿Es firme la sentencia?
No. Ahora, tanto los acusados como la defensa de Giséle tienen 10 días, hasta el 29 de diciembre, para presentar sus apelaciones. Algunos ya han anunciado que apelarán, y en ese caso será el Tribunal de Nimes quien asumirá esta segunda parte del proceso.
5.¿Hay iniciativas para cambiar la legislación francesa en violencia sexual?
Sí. El proceso de Mazan ha despertado un importante debate sobre la necesidad de cambiar la ley francesa en relación a estos casos. La propia hija del matrimonio, Caroline Darian, víctima también de su padre, fundó la asociación M’dors pas tras lo sucedido, con el objetivo sensibilizar sobre la importancia de los análisis toxicológicos y de la presentación de denuncias que tomen en serio las declaraciones de las víctimas que no tienen pruebas, porque muchas veces ni siquiera recuerdan lo que ha pasado.
Darian también lucha para que la Asamblea Nacional francesa inicie un debate sobre un proyecto de ley que incorpore la sumisión química, como otro delito más. Formaciones como la de Macron o los ecologistas se han mostrado partidarios de cambiar la legislación.
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