Gideon Sa’ar criticó al gobierno irlandés por “fomentar” el antisemitismo y acusó al primer ministro Simon Harris de actitudes antijudías.
El ministro Sa’ar justifica el cierre de la embajada en Dublín
Gideon Sa’ar, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, defendió la decisión de cerrar la embajada en Irlanda, acusando a Dublín de “alentar el antisemitismo”. Según Sa’ar, bajo el gobierno del primer ministro Simon Harris, Irlanda ha demostrado un comportamiento que “deslegitima y deshumaniza a Israel”.
Durante una reunión de la facción Nueva Esperanza, Sa’ar destacó que existe una diferencia entre la crítica legítima y el antisemitismo. Añadió que Irlanda aplica un “doble rasero” hacia Israel en comparación con otros países. Asimismo, señaló que Irlanda no ha adoptado la definición de antisemitismo establecida por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA).
El ministro afirmó que Irlanda no promueve medidas para combatir el antisemitismo en su territorio y, por el contrario, parece impulsarlo. Además, denunció que Irlanda apoya “procedimientos politizados” contra Israel en la Corte Penal Internacional (CPI).
Datos clave sobre la controversia entre Israel e Irlanda
- Israel acusa a Irlanda de “trabajar sistemáticamente” para dañar sus relaciones con la Unión Europea.
- Simon Harris calificó la decisión de cerrar la embajada como “profundamente lamentable”.
- En noviembre, el parlamento irlandés declaró que Israel comete un “genocidio” en Gaza.
- Irlanda se unió recientemente al caso en la CIJ que acusa a Israel de genocidio, presentado por Sudáfrica.
- Un informe de IMPACT-se denuncia distorsiones del Holocausto en libros escolares irlandeses.
Sa’ar acusa al primer ministro Harris de antisemitismo
El ministro Sa’ar también arremetió contra Simon Harris, a quien calificó de “primer ministro antisemita”. Señaló que Harris acusó a Israel de matar de hambre a niños y asesinar civiles, comentarios que Sa’ar consideró inaceptables.
Sa’ar comparó estas afirmaciones con la neutralidad de Irlanda durante la Segunda Guerra Mundial, recordando que cuando “los niños judíos murieron de hambre en el Holocausto, Irlanda optó por mantenerse neutral en la guerra contra la Alemania nazi”. Además, insistió en que Israel no permitirá ser “un saco de boxeo” para los antisemitas.
Por su parte, Harris rechazó categóricamente las acusaciones israelíes. En declaraciones a la prensa en Dublín, expresó que Irlanda “nunca será silenciada” y que continuará defendiendo los derechos humanos y el derecho internacional.
Reacciones del primer ministro irlandés Simon Harris
Simon Harris criticó duramente las acciones de Israel y calificó de reprobable la escala de muertes en Gaza. En respuesta a las acusaciones de Sa’ar, declaró: “¿Saben lo que considero reprobable? Matar niños. ¿Saben lo que considero reprobable? Que se deje morir de hambre a personas y que no llegue ayuda humanitaria”.
Harris aseguró que Irlanda mantendrá abierta su embajada en Israel y recalcó que la decisión de cerrar la misión diplomática es un error profundo. Funcionarios de ambos países confirmaron que, a pesar del cierre de la embajada israelí en Dublín, las relaciones diplomáticas se mantendrán.
La guerra en Gaza y las posturas del gobierno irlandés
Irlanda ha sido uno de los críticos más abiertos de Israel desde el inicio de la guerra en Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023 tras el ataque perpetrado por Hamás. Ese día, alrededor de 3.000 terroristas asesinaron a 1.200 personas y tomaron a 251 rehenes, la mayoría civiles.
En respuesta a las acciones del gobierno irlandés, Israel retiró a su embajador en mayo después de que Irlanda, junto a otros países europeos, anunciara el reconocimiento unilateral de un Estado palestino. Sin embargo, Irlanda decidió no retirar a su enviado en Israel.
Además, el gabinete irlandés votó recientemente a favor de unirse al caso presentado por Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que acusa a Israel de cometer genocidio en Gaza.
Denuncias sobre los libros de texto en Irlanda
Por otro lado, un informe de IMPACT-se, un grupo dedicado a monitorear contenidos educativos, reveló distorsiones graves en los libros de texto utilizados en las escuelas públicas irlandesas. El documento señala manipulaciones en temas como el Holocausto, la historia judía e Israel.