El que resiste, gana. Es una de las principales máximas de un manual de supervivencia. El Obradoiro tendrá que echar mano de esa frase para mantenerse en la pugna por alguna de las plazas que den opción a luchar por el ascenso para recuperar el puesto perdido la pasada temporada en la Liga ACB.
Es cierto que la plantilla se acabó de confeccionar un poco tarde cuando la competición se abría en una de las canchas más difíciles de la categoría, la de un Estudiantes que endosó a los santiagueses su derrota más abultada (82-69). Siguió el Obradoiro venciendo al Morón en Sar (78-65) y, quizá en su único lunar sin justificación, caería después en la cancha del Cartagena (73-68).
Otro rival directo superaría a los compostelanos. El San Pablo Burgos se llevó el triunfo de Sar (85-91) antes de que el Obra enlazara una serie de triunfos seguidos ante Valladolid (72-76), Gipuzkoa (77-86), Tizona Burgos (96-89), Zamora (60-90) y Cantabria (93-54) .
Otro de los favoritos, el Palencia, ganaría a los santiagueses (91-83), que sí conseguirían superar a otro rival en la lucha por los puestos altos de la tabla, el Betis (71-67).
Finalmente, este fin de semana el líder de la categoría, el Fuenlabrada, sumaría en la Caldeira de Sar su décimo triunfo consecutivo (75-79) por solo cuatro puntos en la que fue su victoria más ajustada de la temporada. Parece el rival a batir ya que hasta la fecha solo cayó frente al San Pablo Burgos en el encuentro de la segunda jornada.
El balance del Obradoiro presenta cuatro derrotas ante rivales directos –Estudiantes, San Pablo Burgos, Palencia y Fuenlabrada–, en unos partidos en los que, a excepción del que abrió la temporada en Madrid, las diferencias fueron muy escasas y el triunfo bien pudo caer del lado compostelano.
Más difícil de explicar es la derrota en Cartagena ante un equipo que solo sumó cuatro triunfos en lo que va de temporada.
El Obradoiro viaja el viernes a tierras levantinas para medirse al Amics Castelló, uno de los conjuntos que más puntos encaja de la categoría ya que solo el Tizona Burgos recibe más canastas que los castellonenses. Puede ser un encuentro asequible para recuperar la paz y la tranquilidad que dan las victorias.
En la mano de los jugadores del Obradoiro está revertir la situación. Algunos de los encuentros que se perdieron encuentran la explicación en los pésimos números del último cuarto, sobre todo por una mala selección del tiro. Es como si al equipo santiagués se le hicieran muy largos los partidos. Y hay que encontrar lo antes posible una solución.
Estaba previsto que este lunes el equipo realizase un entrenamiento en la pista, pero se cambiaron los planes para trasladar la sesión de trabajo al gimnasio y ya empezaron a sonar las alarmas, hasta el punto de que se llegó a cuestionar la continuidad de Gonzalo Rodríguez al frente del equipo técnico.
La derrota ante el líder, que sufrió como nunca para ganar en su resultado más ajustado, podría ser un motivo que los dirigentes del Obradoiro pudieran considerar suficiente para prescindir de su entrenador pero la realidad es que hasta la fecha el Obradoiro solo perdió con algunos de los máximos favoritos que se encontró por el camino a excepción de la derrota en Cartagena–, lo que puede calificarse como resultados que entran dentro de la normalidad. Son de los mejores conjuntos de la categoría y se puede ganar o perder. Pero también es cierto que superó a otros como Gipuzkoa o Betis o un decepcionante Valladolid.
La corrección de los errores cometidos en los partidos disputados hasta la fecha puede ser crucial para despegar de una vez por todas ante los rivales directos, que parece que es el gran obstáculo que se están encontrando Gonzalo Rodríguez y sus jugadores.