Personalidades de todo el mundo han celebrado este sábado la reapertura de la catedral de Notre Dame, cinco años y siete meses después del devastador incendio que destruyó buena parte del buque insignia de la capital francesa. Cerca de 2.000 trabajadores y 250 empresas han participado en unos trabajos de restauración que han conseguido devolver al emblemático monumento gótico su belleza.

El arzobispo de París, Laurent Ulrich, ha sido el encargado de abrir las puertas de la catedral a todos los asistentes. Vestido con una colorida casulla diseñada por el estilista Jean-Charles de Castelbajac, y justo antes de golpear el portón con su báculo ha proclamado: «Hermanos y hermanas…» 

Terminado el ritual, las campanas de la catedral han comenzado a repicar acompañadas del coro catedralicio que ha recreado un excepcional telón de fondo sonoro para la solemne entrada de los invitados.

La ceremonia se ha desarrolla en tres partes. En primer lugar, ha tenido lugar el «despertar» del gran órgano, el más grande de Francia, con 8.000 tubos y 115 registros. En segundo lugar, el llamado «canto del Oficio», una serie de salmos y oraciones, incluido el Padrenuestro. Por último, el arzobispo ha impartido la bendición final y el coro ha entonado el ‘Te Deum’.

Momentos antes de la apertura de puertas, el presidente francés Emmanuel Macron, que ha entrado en la catedral acompañado por su esposa, escribía: «Estamos aquí. El mundo nos está mirando».

Más de cinco años de trabajo y 850 millones de euros 

Tras el devastador incendio que prendió en llamas la catedral dejando estupefactos a los parisinos y al mundo, Notre Dame ha vuelto a brillar gracias los 850 millones de euros que se ha conseguido reunir a través de donaciones. En total han sido cerca de 340.000 las personas de 150 países diferentes que han contribuido a financiar los trabajos, considerados por muchos, la «obra del siglo».

Tras la tragedia, Macron prometió no solo reconstruir la iglesia en un periodo de cinco años, sino «hacerla aún más hermosa». Ahora, desde el Elíseo, aseguran que se trata de un «objetivo cumplido».

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