Si eres de los que se detiene a analizar su nómina nada más llegar, es posible que hayas detectado una notoria bajada en tu sueldo. En principio, no hay motivo por el que alarmarse, pues todo debería estar bien, pero sí, efectivamente, has perdido un buen pellizco y tiene explicación.
Suele ocurrir durante esta época del año, pues las empresas habitúan hacer un reajuste de IRPF con tal de cuadrar las cuentas de sus empleados con Hacienda. Además, este año, con el crecimiento de los salarios debido a la inflación, muchos han recibido el aumento iniciado ya el curso y ahora se tienen que reajustar y aumentar el IRPF para su regularización, recibiendo un salario neto inferior.
Los economistas recuerdan que muchas empresas regularizan el IRPF de sus empleados con el objetivo de que cubras tu obligación fiscal y no te lleves una sorpresa desagradable en tu declaración de la Renta. Lo más común es un ajuste del 10,5% al 21%, un cambio que si bien es brusco, acabarás agradeciendo.
En resumen, hay dos motivos por los que las empresas se ven ‘obligadas’ a realizar esta regularización del IRPF:
- Compensar lo que no se retuvo de forma correcta en meses anteriores.
- El sistema de tramos de IRPF en España es progresivo, de ahí que si aumenta tu sueldo, puede que también se te aplique un porcentaje de IRPF superior.
Si notas una diferencia en tu salario, habla con el departamento de recursos humanos o con aquel responsable de tu nómina para aclarar la razón por la cual se te ha aplicado un porcentaje de IRPF superior. Es la forma más rápida de descubrir el motivo real de esta subida.