El Real Madrid volvió a mostrar su versión más gris ante el Athletic Club y ha perdido la oportunidad de seguir a un punto del Barça en la pelea por ganar el título de La Liga. Los de Ancelotti pecaron de crear pocas ocasiones de gol y además, Kylian Mbappé volvió a ser protagonista tras fallar un penalti. Berenguer y Guruzeta fueron los autores de los goles del Athletic; Bellingham el del Real Madrid. [Así hemos vivido la derrota del Real Madrid]
Tras la derrota ante el Liverpool en Champions, el Real Madrid se refugió en La Liga para volver a la senda de la victoria ante el Getafe. Sin embargo, en San Mamés se volvió a ver un mal Real Madrid. Los de Ancelotti fueron vulnerables en defensa y no tuvieron pegada en ataque. Mbappé rememoró el momento fatídico del penalti en Anfield y ante el Athletic volvió a fallar desde los once metros.
Los de Ancelotti no supieron zafarse de la presión de los leones durante todo el partido. El Real Madrid estuvo muy impreciso y en la segunda parte lo pagó caro. Tras el empate de Bellingham que permitió a los blancos soñar con la remontada, apenas dos minutos después, una pérdida de Fede Valverde en campo propio provocó el 2-1.
El Athletic Club volvió a ganar al Real Madrid en San Mamés nueve años después de la última victoria ante los blancos. El plan de partido de Ernesto Valverde rompió el esquema de un Ancelotti que de nuevo vuelve a estar en tela de juicio. Los blancos estuvieron a merced de un equipo rojiblanco que tuvo más llegada… y efectividad.
La importancia del partido no permitió ver muchas ocasiones de gol, pero la mayoría las protagonizó el mismo equipo, el Athletic. Berenguer tuvo la más clara de la primera parte tras recibir un pase de tacón de Iñaki Williams, pero su disparo se marchó alto. Minutos antes, Sánchez Martínez revisó un posible penalti sobre Rodrygo en una jugada que terminó con el gol anulado a Mbappé. Sin embargo, el colegiado no vio punible la pena máxima.
Los errores del Real Madrid
La segunda parte comenzó de la misma forma en la que transcurrieron los primeros 45 minutos. El Athletic presionaba al Real Madrid y los blancos asumían muchos riesgos, pero no llegaban a la portería rival. A los ocho minutos de reanudarse el partido, los leones dieron el primer zarpazo por mediación de Álex Berenguer.
Iñaki Williams puso un centro envenenado al área que Raúl Asencio no se decidió a despejar. El despeje de Courtois fue a parar al cuerpo de un Berenguer libre de la marca de Rüdiger, y el delantero del Athletic a placer hizo el 1-0 en el partido.
Ancelotti movió el banquillo en busca de soluciones. Se marcharon Ceballos, Fran García y Tchouameni para dar entrada a Brahim, Mendy y Luka Modric, pero los cambios no surgieron el efecto esperado.
Tras el penalti fallado ante el Liverpool en un momento clave del partido y tras decidir no tirar un nuevo penalti ante el Getafe, la presión se adueñó de Mbappé en San Mamés. El francés trató de echarse el equipo a la espalda en ataque, pero de nuevo no estuvo afortunado de cara a puerta. Desde su llegada al Real Madrid, el delantero acostumbra a fallar ocasiones que en el PSG terminaban en gol.
En la primera parte Mbappé estuvo desaparecido, al igual que todo el ataque del Real Madrid. Sin embargo, en la segunda mitad tuvo dos grandes ocasiones de gol. En la primera dentro del área tuvo todo a favor para marcar el gol del empate, pero su remate se fue al cuerpo de Julen Agirrezabala.
Bellingham la cara, Mbappé la cruz
La siguiente oportunidad la tuvo desde los once metros. En esta ocasión sí decidió tirar él el penalti, pero volvió a fallar de la misma forma que lo hizo ante el Liverpool. Disparo a media altura al lado izquierdo del portero. Agirrezabala adivinó las intenciones y paró el penalti al francés.
Bellingham rápidamente fue a consolar a su compañero y el francés pareció reaccionar. En el tramo final del partido, Rodrygo abrió a banda, el disparo de Mbappé desde fuera del área obligó a Agirrezabala a estirarse y el rechace lo aprovechó el inglés para hacer el empate en el marcador.
No le duró mucho la alegría a un Real Madrid que se lanzó a por el gol, pero una pérdida de Fede Valverde en campo propio propició el gol de Guruzeta. El Athletic obtuvo la recompensa a la presión ejercida durante todo el partido.
El gol fue recibido como un jarro de agua fría para un equipo que trató de empatar el partido en los minutos finales con más corazón que cabeza. Sin éxito. El Real Madrid pierde la oportunidad de seguir a un punto del Barça a falta de un partido, mientras que el Athletic se afianza en la cuarta posición.