Michel Barnier, todo su equipo y hasta el propio Macron han intentado hasta el último minuto evitar la caída del Gobierno. «Es el momento de la verdad, el fin de un Gobierno efímero», sentenciaba Marine Le Pen durante el debate de esta tarde en la Asamblea Nacional. Para salir de la parálisis, el presidente francés tendrá que nombrar a un nuevo primer ministro, porque no puede adelantar las elecciones legislativas hasta el verano que viene. Antes de su viaje oficial a Arabia Saudí, Macron ya estuvo sondeando a posibles candidatos. Los nombres que suenan son todos de conservadores, como el ministro de Defensa, Sebastián Lecornu, que podría contar con el visto bueno implícito de Marine Le Pen. La prensa francesa baraja también el del veterano centrista Francois Bayrou. Parece que vuelve a ignorar al bloque de izquierdas. Muchos van más allá y piden ya la dimisión del presidente Macron, al que consideran el verdadero responsable.