Irlanda tendrá un Gobierno de centroderecha cinco años más. A falta de ocho escaños por adjudicar, el resultado de las elecciones del pasado viernes ha dado la victoria al partido de centro Fianna Fáil, con el 21,8% de los votos y 44 representantes, mientras que el partido de centroderecha Fine Gael –del actual primer ministro irlandés, Simon Harris– obtiene el 20,8% de los sufragios y 37 diputados. Unos resultados que permitirán a los dos partidos revalidar la coalición que ha gobernado el país en la pasada legislatura y que confirma la apuesta por la continuidad de una parte importante de los irlandeses. Los dos partidos suman 81 representantes en el Parlamento (Dáil), una cifra que aumentará previsiblemente en las próximas horas y que los dejará muy cerca de la mayoría, de 88 diputados.
Una vez concluido el recuento, los dos grandes partidos –rivales históricos hasta mediados de la pasada década– deberán fijar sus prioridades por separado y posteriormente iniciar una negociación que se prevé poco complicada. Todo apunta a que optarán por repetir la fórmula que ya implementaron en la anterior legislatura y que incluye una alternancia en el cargo de primer ministro (taoiseach). El líder del Fianna Fáil, Michéal Martin, será previsiblemente el nuevo taoiseach hasta mediados de 2027 –con Harris como viceprimer ministro– y a partir de la segunda mitad del mandato los dos líderes intercambiarán sus funciones en el Gobierno.
Posibles socios
Falta por ver quién será el tercer socio de la coalición, un apoyo necesario para contar con una mayoría clara en el Dáil que permita completar la legislatura sin sobresaltos. Los mejor posicionados son el Partido Social Demócrata y el Partido Laborista, cuyos resultados han mejorado ostensiblemente respecto a las pasadas elecciones, con 11 y 10 representantes, respectivamente. Las dos formaciones de centroizquierda se han mostrado abiertas a negociar un acuerdo, aunque todo apunta a que pondrán un precio elevado a cambio de su apoyo ante el temor de que una posible entrada en el Ejecutivo les pase factura a largo plazo entre su electorado. Una situación que ya se ha producido en estas elecciones con los Verdes, los socios minoritarios del Gobierno en la pasada legislatura, quienes han perdido 11 de los 12 representantes que tenían en la Cámara baja.
En caso de que los dos partidos de centroizquierda rechacen dar su apoyo a la coalición, los dos grandes partidos deberán buscar apoyos entre la veintena de diputados independientes que han sido elegidos en estos comicios. Algunos de ellos ya se han mostrado abiertos a la negociación, aunque un acuerdo de estas características se prevé más inestable. Algunos diputados independientes han expresado su voluntad de crear un grupo parlamentario que les permita tener más fuerza en las negociaciones y, al mismo tiempo, dar una mayor estabilidad al Ejecutivo en caso de que finalmente se opte por esta vía.
Derrota del Sinn Féin
El resultado de los comicios ha evidenciado la pérdida de confianza de los electores hacia los nacionalistas del Sinn Féin, el partido vinculado durante décadas con el terrorismo del IRA. La formación de Mary Lou McDonald había llegado a cosechar un 36% de la intención de voto a mediados de la pasada legislatura, pero su apoyo se ha ido desinflando en los últimos meses hasta obtener un 19% de los votos en las elecciones del pasado viernes, más de cinco puntos por debajo de 2020. El partido suma por ahora 37 representantes, a la espera de completar el recuento, algo que ha acabado prácticamente con las posibilidades de armar una alternativa a la gran coalición.
Aún así, McDonald ha tratado de maquillar la derrota. “Hemos roto el molde político en este Estado: el bipartidismo ha desaparecido. Ha pasado al basurero de la historia, y eso en sí mismo es muy significativo”, ha asegurado este fin de semana tras conocer los primeros resultados. La líder del Sinn Féin se ha escudado en la pérdida sostenida de apoyo hacia los dos grandes partidos, acostumbrados históricamente a la alternancia en el poder, e incluso ha abierto la puerta a iniciar negociaciones con los partidos de izquierdas para tratar de conformar una alternativa, a pesar de que los resultados son cada vez más desesperanzadores para su formación.
Ya sea con el apoyo de socialdemócratas o de laboristas –o de ambos–, o con el apoyo de diputados independientes, al Fianna Fáil y al Fine Gael todavía les quedan semanas por delante antes de conformar el próximo Ejecutivo. La próxima fecha importante será el 18 de diciembre, cuando se constituirá oficialmente el nuevo Dáil, aunque está previsto que las conversaciones entre los partidos se alarguen al menos hasta enero. En el recuerdo está la negociación para formar Gobierno hace cinco años: en esa ocasión se necesitaron más de cuatro meses para cerrar un acuerdo.