La artista zaragozana Maite Ubide ha pasado toda su vida rodeada de tinta y papel. Su pasión por el grabado le llevó a dejar atrás su tierra para formarse en diferentes talleres de todo el mundo y poder pulir su técnica. Su amplia trayectoria artística sumada a su calidad y delicadeza en el dibujo la ha convertido en una de las grandes referentes esta disciplina artística. La exposición ‘Maite Ubide: una vida entre tintas’ supone un homenaje a la figura de Ubide después de 50 años de actividad artística y como maestra de toda una generación de grabadores aragoneses. Una selección de sus mejores grabados se podrá visitar desde este miércoles hasta el próximo 31 de agosto en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza.
La presentación de dicha muestra ha tenido lugar este martes en la galería zaragozana y ha contado con la presencia de la artista Maite Ubide; del director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui; del director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón; y de las comisarias de la exposición, Eva Alquézar y Natalia Royo. «Aragón ha sido en los últimos dos siglos una de las sociedades más vanguardistas en la disciplina del grabado. Maite Ubide es maestra de maestros pues es una artista capaz de manejar un número infinito de registros», ha señalado Olloqui.
Maite Ubide nació en 1939 en Zaragoza pero muy pronto emigró a Venezuela junto a su familia, donde comenzó su formación en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas. Por entonces Aragón, la tierra que había visto nacer y formarse a uno de los grandes maestros universales del grabado, Francisco de Goya, había quedado reducida a un erial para la práctica de esta disciplina artística. Cuando Maite Ubide regresa en 1964 a su localidad natal se encuentra con ese panorama yermo. «A pesar de ello, con su vocación y su entusiasmo, Maite consiguió desarrollar toda su trayectoria profesional como grabadora y maestra en Zaragoza y transformar ese panorama», ha indicado Eva Alquézar. La creación del Taller Libre de Grabado en 1965, llevada a cabo por la artista junto al Grupo Zaragoza, fue un claro ejemplo de esa transformación y la consecución de un proyecto pionero en España.
La propia María Ubide ha estado presente en la presentación de la exposición. / Laura Trives
Una exposición muy completa
«Para Maite, el grabado es un trabajo de investigación en el que ha intentado sacar todo el partido posible a los materiales de su taller. Eso le ha hecho desarrollar una obra extensísima y rotunda», ha asegurado Alquézar. La selección que recoge la exposición ‘Maite Ubide, una vida entre tintas’ es una clara muestra de la expresividad y la vitalidad de su trabajo que sirvió, entre muchas otras cosas, para impulsar el arte del grabado en Aragón. «Teníamos muy claro que había que organizar la exposición en función de las temáticas que siempre están en la obra de Maite. Así, la muestra cuenta con diferentes secciones: figura humana, naturaleza, abstracción y espacios humanizados», ha explicado Natalia Royo.
Las 95 estampas expuestas recorren las diferentes temáticas y técnicas que ha cultivado a lo largo de su larga trayectoria artística. La muestra ofrece un viaje por las diferentes técnicas que Maite Ubide ha practicado en su obra, desde las litografías de su etapa de formación en Ámsterdam y Belgrado, pasando por el linóleo y el linograbado que comienza a practicar en el marco del Taller Libre de Grabado en Zaragoza, la xilografía y, sobre todo, el aguafuerte, la técnica con la que la artista se ha sentido siempre más cómoda y con la que ha desarrollado su desbordante creatividad, en ocasiones combinada con el aguatinta y el grabado al azúcar. Hasta el 31 de agosto, el IAACC Pablo Serrano se convierte en un templo del grabado aragonés.