Platos «incomestibles», baños que «huelen a orín» y un servicio «lento». Así es comer en uno de los peores restaurantes de Asturias, según las críticas dejadas por clientes en una popular red social de valoración de establecimientos. La valoración global es siempre la misma: «Pésimo».
Las malas críticas en esta popular red social son amplia mayoría. De hecho, de 20 puntuaciones hechas por clientes, 14 son malas o muy malas; dos son normales, y las excelentes o muy buenas suman solo cuatro.
Los argumentos sobre el mal funcionamiento del establecimiento son variados. Por un lado, hay quien se queja de la cocina. «Nos pusieron unos mejillones a la vinagreta que parecían almejas con picadillo», «costillas de dudosa frescura, que olían mal», «juraría que el arroz era de vasito de microondas»o «un bugre con un sabor desagradable que, por salud, quedó en los platos».
También del personal. «El camarero se queda con cara de pánfilo», «la atención es mala», «el servicio es muy lento», son algunas de las quejsa más recurrentes. Asimismo, también hay reparos con las instalaciones. «El baño olía a orín» o «estaba sucio», son frases que se pueden leer en algunos comentarios.
Llama la atención que desde la propiedad del establecimiento no se contesta ni se ponen reparos a los múltiples comenarios negativos recogidos en la web.
Los enfrentamientos entre hosteleros y clientes insatisfechos son cada vez más frecuentes en la red. Especialmente en plataformas especializadas. Muchos empresarios critican que muchas de las opiniones vertidas son falsas, por lo que urgen a estas redes sociales que pongan en marcha mecanismos de filtrado, a fin de evitar que se cuelen este tipo de mensajes.