Ha sido la noticia de la mañana y de alguna forma la sorpresa: la reaparición pública en un acto de partido de José Antonio Griñán y Manuel Chaves, tras la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso de los ERE que rebaja parcialmente la condena del Supremo.
Su presencia en el Congreso ha sido recibida por los delegados y asistentes a este 41º Congreso con una cercanía ausente todos estos años atrás.
Por primera vez en años, una foto de José Antonio Griñán, en el centro de la delegación del PSOE de Andalucía, ha sido distribuida por el Twitter oficial del PSOE de Andalucía. Una restitución pública completada con el aplauso expreso que ha reclamado Juan Espadas al inicio de una prolija presentación del Congreso (incluso el dirigente andaluz, consciente de su dilación en el tiempo, ha bromeado que terminarían «en hora»).
Diez años después, los ex presidentes han sido reclamados de manera expresa en el arranque de un cónclave, marcado por el caso Lobato y por la renovación de los liderazgos territoriales.
Espadas ha dado las gracias «de corazón» y «muy especiales» a los que, ha dicho, «quiero hacerles un reconocimiento por justicia». Uno a uno ha citado a Manuel Chaves, Pepe Griñan, Magdalena Álvares, Carmen Martínez Aguayo y Miguel Ángel Serrano.
Han recibido el aplauso en primera fila, ubicados los tres últimos presidentes de la Junta de Andalucía juntos, incluída la ex presidenta Susana Díaz, que esta mañana, a su llegada a Fibes, ha sido una de las más reclamadas por los medios.
La presencia de Griñán en un acto del PSOE ha generado más sorpresa que la de Manuel Chaves. El pasado julio, cuando se conoció el fallo del TC, Manuel Chaves protagonizó una comparecencia de prensa en San Vicente, fortín de los socialistas andaluces, con una enorme expectación mediática, en la que se puso a disposición del partido.
José Antonio Griñán, por el contrario, trasladó a los suyos que no estaba dispuesto a dar ese paso. Son pocas las veces que se deja ver en público el ex presisdente, aunque en el último tiempo sí ha hecho concesiones. La última, el pasado 22 de noviembre, en un encuentro organizado por el Ayuntamiento de La Rinconada sobre periodistas culturales donde fue, según trasladó, a escuchar a su «amigo» Juan Cruz.
El caso de los ERE estalló en 2012 y tras años largos y duros acabó con parte de la cúpula del Gobierno socialista condenada por prevaricación y, en algunos casos, por malversación. El PSOE vio a algunos de sus referentes en el Gobierno andaluz entrar en la cárcel y pasó por momentos muy difíciles.
Chaves y Griñán fueron procesados a escasos 25 días de las elecciones generales de 2016, cuando ya habían sido apartados y se habían dado de baja de la militancia socialista, en junio de ese mismo año. Ya llevaban mucho tiempo apartados del foco y de la primera fila, condenados a la sombra y sin que nadie reivindicara su inocencia o su legado como presidentes socialistas.
En noviembre de 2019, los expresidentes fueron condenados por la Audiencia de Sevilla en la llamada pieza política del caso ERE, que juzgó el procedimiento por el que se habían repartido 680 millones de euros de ayudas sociolaborales a lo largo de una década de forma “arbitraria” y “sin control”, determinó el juez.
Chaves fue condenado a nueve años de inhabilitación y Griñán, que fue juzgado como consejero de Hacienda, se llevó la peor parte, con seis años de condena por malversación que le obligaba a entrar en la cárcel. Finalmente nunca entró en prisión por estar enfermo de un cáncer. Fueron años muy difíciles para los expresidentes y para el PSOE andaluz, que aún hoy digiere aquel trago y cicatriza aquellas heridas. Todo cambió en julio de 2024, cuando el Tribunal Constitucional revisó y anuló parte de las sentencias de los ERE. Griñán fue eximido de la malversación y se rebajó su pena por inhabilitación. En el caso de Chaves se anuló su pena íntegra. La Audiencia de Sevilla debe todavía reeescribir su sentencia. Ahora vuelven al foco.