Luego de examinar fósiles de 1,5 millones de años descubiertos en la actual Kenia, en África Oriental, los científicos han identificado el primer ejemplo de dos conjuntos de huellas de homínidos diferentes realizadas casi al mismo tiempo y en la misma ubicación geográfica, demostrando la convivencia de estas especies arcaicas. El hallazgo proporcionará más información sobre la evolución humana y sobre cómo nuestros antepasados cooperaron y compitieron entre sí.
Un nuevo estudio publicado ayer en la revista Science y liderado por investigadores de la Universidad de Chatham y la Universidad Rutgers, en Estados Unidos, ofrece pruebas contundentes en torno a que diferentes especies de homínidos vivieron contemporáneamente en el tiempo y el espacio, superponiéndose a medida que superaban a sus depredadores y lograban sobrevivir y prosperar en el antiguo paisaje africano.
Los investigadores verificaron gracias al estudio de múltiples restos, fechados en el Pleistoceno, que las especies Homo erectus y Paranthropus boisei fueron vecinas en la zona de la actual Kenia hace alrededor de 1,5 millones de años. Aunque no se descarta que otras especies de homínidos también compartieran este hábitat, los datos sobre estas dos variedades refuerzan la teoría de que algunos homínidos antiguos eran vecinos, estimulando su desarrollo gracias a la cooperación y la competencia.
Hábitat compartido
“La presencia de estos homínidos en la misma superficie, realizada en estrecha colaboración en el tiempo, coloca a las dos especies en el margen del lago Turkana en Kenia, utilizando el mismo hábitat hace un millón y medio de años”, indicó en una nota de prensa el investigador Craig Feibel, uno de los autores del estudio. El equipo científico aplicó su experiencia en estratigrafía y datación para demostrar la antigüedad geológica de los fósiles.
Además, aunque los esqueletos han proporcionado durante mucho tiempo la evidencia principal para estudiar la evolución humana, los nuevos datos aportados por huellas fósiles permiten descubrir detalles únicos sobre la evolución de la anatomía y la locomoción de nuestros antepasados, arrojando nuevas pistas sobre los comportamientos y entornos humanos antiguos, junto a los movimientos e interacciones con otras especies.
Una historia más compleja
Ambas especies poseían posturas verticales, bipedalismo y eran muy ágiles. Sin embargo, aún existen pocos datos sobre cómo interactuaron a nivel cultural y reproductivo. Por último, una publicación de Science Media Centre España recoge comentarios de distintos expertos con relación a esta investigación. Según Ana Marín Arroyo, Profesora titular de Prehistoria en la Universidad de Cantabria, en España, “el esquema proporciona una ventana única a las primeras fases de la evolución humana”.
“La evidencia de especiación y las diferencias en la biomecánica del pie encontradas en este yacimiento, llamado FE-22, sugieren que la historia evolutiva de los homínidos es mucho más compleja de lo que pensábamos hasta hoy”, concluyó la científica española, quien no participó de la investigación.
Referencia
Footprint evidence for locomotor diversity and shared habitats among early Pleistocene hominins. Kevin G. Hatala et al. Science (2024). DOI:https://doi.org/10.11264/science.ado5275