Cientos de miles de hombres en España tienen problemas con sus erecciones; millones según algunos trabajos. El porcentaje de varones con disfunción eréctil en el país viene a ser el mismo que el de la edad de la población: en la veintena ronda el 20%; entre octogenerios se dispara hasta el 80. Sin embargo, muy pocos piden cita para consultarlo. Y eso que, a día de hoy, «los tratamientos son muy eficaces».
Así lo defienden Eduardo García Cruz, especialista en Urología por el Hospital Clínic, y Esther García Rojo, uróloga en HM Hospitales y Roc Clinic. Ambos están acostumbrados a ver en consulta a varones a los que les cuesta hablar sobre el tema. «Sobre todo por vergüenza y porque desconocen que existen tratamientos eficaces con los que les podemos ayudar», explica García. Quienes
Pero, gracias a los avances en tratamientos en los últimos años, se puede tratar: además de los fármacos orales −como la archiconocida viagra− y de las inyecciones intracavernosas, ahora existen implantes de prótesis de pene y ondas de choque. Incluso pomadas. Son los especialistas lo que saben qué tratamiento pueden dar a cada paciente y cómo se pueden sentir con él para que la adherencia no peligre.
Prevenir otras patologías
Consultar esta patología es fundamental para la prevención de otras patologías. Suele aparecer por causas orgánicas (está muy relacionada con un deterioro circulatorio) y psicológicas. La salud sexual es un indicador temprano de otras enfermedades.
Además, la disfunción eréctil genera un impacto emocional en el hombre: el riesgo de sufrir depresión se dispara un 192% y hasta un 30% de este tipo de pacientes ha sufrido algún trastorno depresivo o de ansiedad.
¿Y la pareja?
La vida en pareja también se resiente. El especialista del Hospital Clínic asegura que muchos hombres evitan la intimidad ante una buena erección. «Tienen la variante de irse a dormir antes de su pareja o después para evitar la situación en vez de hablarlo. Cuando llevan un año regateándola, ella sabe que hay un problema», explica.
En las situaciones en las que la relación es heterosexual, ellos tienden a no hablar del tema y ellas a pensar que algo va mal, que existe una infidelidad o que ya no atraen a su pareja. «Tener menos sexo es algo que, en general, las parejas aguantan, pero lo que no aguantan es tener menos intimidad», asegura.
Por todo ello, el tratamiento de la disfunción eréctil se puede realizar desde distintas perspectivas: va desde la farmacológica hasta la quirúrgica o la psicológica. «Los urólogos nos apoyamos mucho en las consultas de sexólogos expertos en terapia de pareja porque nos ayuda mucho a tratar no solo lo puramente orgánico, la erección, sino la dinámica de pareja», añade García Cruz.
Algunos estudios muestran que el tratamiento de la disfunción eréctil no solo han mejorado las puntuaciones a nivel de sexualidad y de la posibilidad de penetración, también la calidad de vida y el impacto emocional. Porque, aunque se suela olvidar, los especialistas recuerdan que el sexo también es salud.