El 21 de noviembre, Lockheed Martin confirmó que Rumania se convirtió en el vigésimo operador del F-35 Lightning II tras firmar una Carta de Oferta y Aceptación (LOA). Este convenio incluye la compra de 32 aviones de combate, fortaleciendo su fuerza aérea y consolidando su papel como aliado estratégico en la seguridad de la OTAN.
Mediante esta decisión, se reafirma el compromiso rumano de modernizar sus defensas con tecnología avanzada. Según Lockheed Martin, el F-35 ofrece una combinación de capacidades operativas incomparables y una red global de soporte eficiente, calificándolo como la solución ideal para las necesidades a largo plazo de defensa del país.
Además, este avión se integrará a los sistemas de la OTAN, lo que permitirá a Rumania desempeñarse eficazmente en contextos complejos y mejorar su posición estratégica. Su habilidad para operar en entornos disputados y colaborar en red refuerza su valor en la defensa colectiva.
Por casi tres décadas, la relación entre Rumania y Lockheed Martin ha ido creciendo, y esta compra profundiza su cooperación en infraestructura militar. Este desarrollo asegura que la fuerza aérea rumana se mantenga tecnológicamente avanzada y refleja un compromiso mutuo con la modernización militar.
Rumania refuerza sus defensas con cazas de quinta generación
El teniente general Mike Schmidt, director del Programa Conjunto F-35, expresó: “Estamos encantados de dar la bienvenida a Rumania a la iniciativa del F-35. Su incorporación fortalecerá las capacidades de disuasión de la OTAN y aportará ventajas estratégicas y operativas sin precedentes”. Schmidt destacó que las plataformas de quinta generación son clave para la preparación y cohesión de la OTAN, especialmente en su flanco oriental.
Gracias a la incorporación del F-35, Rumania contará con un avión de combate entre los más avanzados del mundo. Este modelo, con tecnología de sigilo, aviónica avanzada y capacidades de guerra en red, transformará las capacidades defensivas del país ante amenazas emergentes.
El lote de 32 cazas posicionará a la Fuerza Aérea rumana como una de las más avanzadas en su región. Con tecnología de fusión de sensores, alta supervivencia y ataques de precisión, Rumania podrá ejecutar misiones en zonas disputadas donde otras plataformas no serían eficaces.
Más allá de la defensa aérea nacional, el F-35 permitirá a Rumania proyectar poder en la región del mar Negro, reforzando la estabilidad en un área estratégica.
El acuerdo fortalece la posición de la OTAN en Europa
Desde la perspectiva de la OTAN, esta adquisición refuerza la postura disuasoria en el flanco oriental. La ubicación de Rumania junto al mar Negro la convierte en un socio clave para enfrentar amenazas potenciales, incluidas aquellas provenientes de Rusia.
El F-35 se integrará en los sistemas de gestión de batalla en red de la OTAN, permitiendo a Rumania colaborar en estrategias aéreas coordinadas. Este avance mejorará la interoperabilidad con otros operadores como Estados Unidos, Polonia e Italia.
Gracias a esta conexión, será posible compartir datos de objetivos y establecer una imagen operativa común. Esto incrementará la velocidad y la efectividad de las respuestas frente a amenazas emergentes dentro de la alianza.
Además, el impacto del F-35 va más allá del ámbito aéreo, al potenciar las capacidades conjuntas de Rumania. Sus sensores avanzados recopilan información clave de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), proporcionando soporte esencial a fuerzas terrestres y navales.
En la región del mar Negro, donde persisten tensiones marítimas, el avión mejora la capacidad de monitoreo de la OTAN. Sus funciones de guerra electrónica permiten neutralizar defensas aéreas enemigas, facilitando operaciones aliadas.
F-35 refuerza la capacidad defensiva y tecnológica de Rumania
La incorporación del F-35 refleja el compromiso de Rumania con la modernización militar, adoptando una de las plataformas más avanzadas del mundo. Esta decisión no solo mejora sus capacidades defensivas, sino que también fortalece la ventaja tecnológica de la OTAN frente a amenazas en evolución.
El avance conjunto de las fuerzas aéreas de la OTAN se verá impulsado a medida que más países adopten cazas de quinta generación. En este contexto, Rumania desempeñará un papel destacado en la transformación tecnológica de la alianza.
El F-35 Lightning II, desarrollado por Lockheed Martin, es un caza furtivo multifunción de quinta generación, diseñado para misiones aire-aire y aire-tierra, con capacidades ISR avanzadas que redefinen el combate moderno.
Con un diseño aerodinámico que prioriza la baja visibilidad, su ala-cuerpo combinado y compartimentos internos para armas reducen la sección transversal de radar (RCS) a 0,005 m², equivalente al tamaño de un ave pequeña en el radar.
Características técnicas avanzadas del F-35 Lightning II
Equipado con un motor Pratt & Whitney F135, el F-35 genera 43.000 libras de empuje, alcanzando velocidades de Mach 1,6 y un techo de servicio superior a 50.000 pies. Su autonomía de 1.200 millas náuticas puede ampliarse mediante reabastecimiento en vuelo.
La aviónica avanzada incluye el radar AESA AN/APG-81, que integra capacidades de detección, orientación y guerra electrónica, junto con los sistemas AN/AAQ-40 (EOTS) y AN/AAQ-37 (DAS), que proporcionan seguimiento infrarrojo y conocimiento situacional de 360 grados.
El sistema de visualización en casco (HMDS) reemplaza la HUD tradicional, proyectando información crítica directamente en el visor para optimizar la respuesta del piloto en combate dinámico.
Con la capacidad de transportar hasta 22.000 libras de carga útil en configuraciones no furtivas, el F-35 puede desplegar misiles aire-aire, aire-tierra y antibuque, además de un cañón interno de 25 mm en la variante F-35A.
Sistemas de guerra electrónica y armamento del F-35
El AN/ASQ-239 Barracuda, integrado en el F-35, proporciona alertas avanzadas, interferencias y contramedidas que garantizan la supervivencia y la supresión de defensas enemigas.
Diseñado para operar en campos de batalla en red, el F-35 recopila datos en tiempo real y optimiza la coordinación en operaciones conjuntas. Esto lo convierte en una pieza fundamental para las estrategias militares modernas.
Su combinación de sigilo, aviónica avanzada y armamento de vanguardia establece un estándar sin precedentes, consolidándolo como un recurso indispensable para la defensa colectiva.