Los senadores demócratas Ed Markey y Sheldon Whitehouse han comparecido este sábado en Bakú, en el final de la primera semana de negociaciones de la cumbre del clima, para posicionarse sobre uno de los asuntos más espinosos de los que se ha hablado en estos días: el impacto de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en la lucha global contra el cambio climático. Sobre todo, ante la amenaza de que este vuelva a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París y, por lo tanto, el segundo país más contaminante del mundo abandone todos sus compromisos de reducción de emisiones y exponga al mundo a un calentamiento global aún más extremo. En medio de esta incertidumbre, dos senadores de las filas de Joe Biden han defendido públicamente que, pese a todo, aún podemos ser optimistas sobre el futuro de las medidas climáticas en Estados Unidos. «Nada va a detener la revolución que hay en marcha«, han afirmado en alusión a, por ejemplo, al «imparable» despliegue de las energías renovables en el país.

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