Los robots han llegado a Mallorca para quedarse y van a empezar por verse cada vez más en los hoteles y restaurantes. Que están hechos para ayudar a los empleados y no para sustituirlos es algo que han reiterado los empresarios del sector tecnológico en muchas ocasiones, pero ayer lo repitieron una vez más en la jornada sobre robótica especializada que acogió el Parc BIT, que sirvió de punto de encuentro entre profesionales, empresarios y expertos en el papel de los robots en el sector turístico de Balears.
Más allá de las cuestiones éticas —que preocupan sobre todo a los empleados que temen un ‘sorpasso’— ayer se habló sobre todo, a través de diferentes ponencias, sobre cómo la robótica colaborativa puede aportar soluciones eficaces en los hoteles y restaurantes, especialmente en tareas repetitivas y de alto esfuerzo físico. La coordinadora del área de sociedad Digital de la Fundació Bit, Bel Llodrà, puso algunos ejemplos: «Hay robots que se encargan de los trabajos sucios y engorrosos, como fregar, barrer, lavar platos o hacer las carreras de los camareros, y luego hay robots más complejos, como los que sirven cerveza, los que cocinan miles de platos al día, los que vigilan o los que hacen las inspecciones técnicas», enumera Llodrà, que celebra que estas máquinas incluso «mejoran la calidad laboral de los trabajadores» porque liberan a los empleados humanos de tareas que pueden generar problemas físicos.
Los empresarios del sector de la hostelería y restauración se mostraron, en general, impresionados con los robots que mostraron en las jornadas, salvando algunos más reticentes por el coste que tienen estas máquinas, comenta Llodrà: «Es una revolución, pero no es barato y es incipiente, por eso también se ha hablado de la viabilidad de los proyectos, porque hay que estudiar bien qué tarea conviene automatizar», matiza la coordinadora.
La jornada también contó con testimonios que explicaron en primera persona la experiencia de implementar un robot en un hotel, con los éxitos y los retos que conlleva, el primero adaptar a los empleados humanos —que son quienes al final manejarán las máquinas— a esta nueva tecnología. En cualquier caso, tanto empresarios como expertos dejaron claro que el futuro del sector turístico pasa por integrar de forma armónica los revolucionarios robots con el talento humano, teniendo siempre en cuenta, aseguraron, que el principal objetivo es mejorar las condiciones laborales y la experiencia de los clientes.
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