No hay consuelo para tanta tragedia, pero como pasó con la pandemia queda el refugio del fútbol, ya saben, la cosa más importante de las menos importantes. Hemos visto a damnificados y voluntarios con la mejor camiseta posible, la de la solidaridad. Además de los grandes, ha sido un carrusel de equipos de base de todas las disciplinas que se han organizado de inmediato para atender las primeras necesidades de los damnificados. Hay mucho por reconstruir y pasarán semanas para que vuelva la normalidad de los entrenamientos y competiciones. Me consta que la mayoría de entrenadores están preparados para insistir en la mejor lección deportiva, lo importante es participar.

Fuente