Entre las hileras de tumbas y lápidas del cementerio de Alicante, el daño a una imagen de María Auxiliadora se convierte en un símbolo de dolor para los salesianos de alicante. Esta característica imagen, que guarda la tumba del salesiano Rafael Iniesta, ha sido brutalmente vandalizada en las últimas semanas, dejando a la estatua de la virgen sin mano ni nariz, mientras que el niño Jesús que sostiene en brazos ha sido decapitado. La destrucción de esta imagen religiosa, ha causado gran conmoción entre los salesianos de la ciudad, quienes no esperaban encontrarse así la estatua en su última visita.

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