Entre las hileras de tumbas y lápidas del cementerio de Alicante, el daño a una imagen de María Auxiliadora se convierte en un símbolo de dolor para los salesianos de alicante. Esta característica imagen, que guarda la tumba del salesiano Rafael Iniesta, ha sido brutalmente vandalizada en las últimas semanas, dejando a la estatua de la virgen sin mano ni nariz, mientras que el niño Jesús que sostiene en brazos ha sido decapitado. La destrucción de esta imagen religiosa, ha causado gran conmoción entre los salesianos de la ciudad, quienes no esperaban encontrarse así la estatua en su última visita.
«Es una lástima verla así», comenta José Antonio Aguilera, párroco de la iglesia de María Auxiliadora en Alicante, con una mezcla de tristeza e indignación. «Nos encontramos la estatua destrozada cuando fuimos a limpiar la tumba para prepararla para Todos los Santos. Hace ya dos años robaron la corona que llevaba la virgen, pero ahora se han llevado hasta la mano y el destrozo ha sido total», comenta Aguilera.
La historia de esta imagen de María Auxiliadora se remonta a mediados del siglo pasado y está vinculada al que fuera el arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea Loizaga, quien la albergaba en el palacio episcopal de València junto a otros objetos religiosos. Olaechea la donó al Seminario de Godelleta cuando cesó su servicio como arzobispo en 1966, y allí permaneció hasta la muerte del salesiano alicantino Rafael Iniesta. Fue entonces cuando la imagen fue trasladada al panteón de este sacerdote en el cementerio de Alicante, un lugar que la comunidad salesiana visita con para honrar su memoria.
Para el párroco José Antonio Aguilera, la imagen, fabricada en terracota, tiene un gran valor sentimental. “Es un monumento al que le tenemos mucho aprecio, creemos que los hechos sucedieron hace varias semanas porque cuando llegamos los restos ya no se encontraban en la zona, suponemos que la propia limpieza del cementerio las habrá retirado”, expresa Aguilera, que confiesa que ahora la intención de la parroquia es restaurar la imagen de María Auxiliadora. “Vamos a retirar la imagen del cementerio por el momento y pondremos un jarrón en su lugar, hasta que logremos restaurarla”, explica Aguilera.
En su búsqueda de una solución, han decidido contactar con Juan José Quirós, escultor cartagenero conocido por sus trabajos, entre ellos el monumento a los Ángeles Custodios de Cartagena. “Si él quisiera, nos gustaría que moldeara al niño Jesús y la mano y la nariz de María Auxiliadora, nosotros nos encargaríamos de llevarle la estatua para que él se encargara de repararla para que pudiera volver a su estado original en el cementerio», comenta párroco de la iglesia de María Auxiliadora en Alicante.