No ha sido un año fácil para Carolina Marín. A pesar de ser toda una campeona olímpica, el sueño del oro en París se esfumó cuando una lesión le obligó a retirarse de la pista y provisionalmente del deporte. Sus lágrimas eran amargas entonces, pero su obligada derrota fue leída por todo un país en clave de victoria y orgullo. Esta noche el público del teatro Campoamor le ha devuelto esa admiración en forma de ovación cerrada cuando la deportista se levantó a recoger su Premio Princesa de Asturias de los Deportes. Su madre, Toñi Martín, testigo del espíritu de lucha, del esfuerzo y de los logros de su hija no ha podido contener las lágrimas en ese momento. Ha sido uno de los momentos más emotivos de la ceremonia pero no el único. Victor Manuel y Ana Belén asistían emocionados a ver a su amigo Joan Manuel Serrat alzarse con el Premio de las Artes y no podían evitar las lágrimas cuando recibió el aplauso cerrado del público. La presidenta y los expresidentes de Magnum inmortalizaron el momento y en plena ceremonia sacaron sus cámaras para registrar todo lo que pasaba sobre las tablas del Teatro Campoamor.

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