Este domingo, Israel anunció que en las próximas horas llevará a cabo bombardeos dirigidos a diferentes sucursales del sector bancario de Hezbolá en Líbano, con un enfoque particular en las entidades de Al Qard Al Hassan. Esta medida busca debilitar la infraestructura económica de la milicia chií, que Israel considera un grupo terrorista.
Aunque no se especificaron las ubicaciones exactas de los ataques, el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, advirtió sobre la inminencia de estas acciones. Medios libaneses reportaron este domingo más de diez ataques contra sedes financieras de Al Qard Al Hassan, entidad perteneciente a la milicia chií de Hizbulá, en el sur de Beirut.
A pesar de que el edificio no colapsó, resultó dañado, al igual que las estructuras circundantes. Estas acciones de bombardeo han generado alertas de evacuación para los residentes de Beirut y otras áreas afectadas, donde se cree que hay «sitios que utiliza Hezbolá para financiar su actividad terrorista».
Hagari destacó la importancia de Al Qard Al Hassan, que opera al margen del sistema internacional SWIFT, lo que le permite a Hezbolá manejar sus finanzas de manera más clandestina. «Sabemos que, con esta especie de banco, pagan salarios dentro de su organización y es utilizado por muchos civiles libaneses», afirmó.
Hezbolá
La respuesta de Hezbolá llegó antes. En un comunicado, la milicia chií reivindicó 25 ataques contra «grupos de soldados» israelíes y posiciones militares en la frontera entre Líbano e Israel. Hizbulá anunció que lanzó «andanadas de misiles» hacia la ciudad de Haifa y una base militar al este de Safad, así como contra varios asentamientos israelíes en el norte del país.
Por otro lado, la aviación israelí no ha cesado sus operaciones en el sur y el este del Líbano, continuando con los ataques aéreos en áreas que se cree que son utilizadas por Hezbolá. Las autoridades sanitarias libanesas han reportado varias muertes y la destrucción de edificios, especialmente en localidades del sur de Líbano, lo que ha generado una creciente preocupación humanitaria.
La escalada de tensión entre Israel y Hezbolá ha puesto en alerta a la comunidad internacional. Las implicaciones de estos ataques no solo afectan a los involucrados en el conflicto, sino que también impactan a la población civil, que se encuentra atrapada en medio de las hostilidades.
Desde la perspectiva de la comunidad internacional, la situación es delicada. Las acciones de Israel para desmantelar la capacidad financiera de Hezbolá podrían ser vistas como un intento legítimo de defenderse, pero también pueden ser interpretadas como un agravante que intensifica el ciclo de violencia.
Israel bombardea
Las iniciativas diplomáticas han sido escasas en este contexto, y la falta de un diálogo constructivo entre las partes solo incrementa la incertidumbre. Se eleva a 2.464 muertos y 11.530 heridos en el Líbano, según el Ministerio de Salud Pública del país, desde el inicio del conflicto entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá en octubre de 2023.
Con la población civil atrapada en el fuego cruzado y las consecuencias humanitarias de los bombardeos cada vez más evidentes, la comunidad internacional debe actuar con urgencia para prevenir una mayor escalada y buscar vías para un diálogo que conduzca a una resolución pacífica del conflicto.