El mes de octubre algunas de las principales calles de Palma y de otros municipios de Mallorca huelen a fritura dulce, un aroma característico que anuncia la llegada de una tradición gastronómica que gusta a muchos ciudadanos por su variedad de recetas. Nos referimos a los buñuelos, ya sean fritos o los rellenos de crema, trufa o nata. 

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