Seyran y Ferit estaban discutiendo en la habitación. El joven se ha sentido traicionado al descubrir que su mujer y su cuñada han quedado con Yusuf en una cafetería, poniendo su matrimonio en peligro. Ferit le ha advertido que alguien podría hacerles una foto y desatar otro escándalo.
En medio de la discusión, Seyran no se ha quedado callada y le ha respondido que no le tiene miedo. Cuando Ferit la ha amenazado con volver a casa de su padre, Seyran ha contraatacado, diciendo que también podría desenmascararlo al contar a todos que tiene una relación con Pelin.
En ese momento, Ferit se ha dado cuenta de que llegaban tarde a la cena. Al llegar, el abuelo Halis ha estallado, sintiéndose aún más humillado después de la gran bronca del día anterior, en la que había descubierto la mentira de Ferit al maestro y lo había echado de la cena con crueldad.
Con ironía, Halis les ha dado la bienvenida, diciendo que los estaban esperando. Ferit se ha disculpado por el retraso, pero Halis, golpeando la mesa con fuerza, ha gritado que nadie había faltado al respeto de esa manera en toda su vida.
El patriarca de los Korhan ha regañado primero a su nieto y luego a Seyran, acusando a Gülgün e Ifakat de no haberles enseñado las normas de la mansión. Muy enfadado, Halis no ha escuchado explicaciones y se ha marchado, gritando que “todos tenéis que recapacitar”, dejando a todos llorando en la mesa.