Víctor de Aldama y su socio en la trama del fuel, Claudio Rivas Ruiz-Capillas, blanquearon dinero de origen ilícito enviándolo a tres empresas creadas en la pequeña localidad de Elvas (Portugal).

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL por fuentes del caso, el dinero de Aldama y su socio se enviaba desde España y ‘dormía’ sólo durante unas horas en las cuentas de estas sociedades pantalla para repatriarlo en el mismo día.

El dinero volvía a España, pero a distintas sociedades de las de origen. Entonces es cuando Aldama y su socio lo repartían por empresas instrumentales en Europa, América y Asia. 

El auto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz señalaba el pasado viernes que «se han identificado transferencias al exterior por importe de 73,9 millones de euros a Portugal, Colombia y China». 

La investigación de este periódico puede añadir que, a través de testaferros, Aldama y Claudio Rivas controlan sociedades en EEUU (Miami), República Dominicana, Luxemburgo y Suiza que también fueron utilizadas para esconder el patrimonio de los dos líderes de la trama. 

Las empresas pantalla creadas en Elvas y que se utilizaron en esta trama son: Atmosferaudaz Unipessoala LDA, Bravapercepçao Unipessoal LDA y Empolganterazao Unispessoal LDA.

Todas ellas están domiciliadas en la misma dirección: el Parque Residencial Aqueduto, Lote 1-A, Escritorio A 7350-155. Este es un pequeño despacho en un complejo empresarial que sirve a sociedades españoles que quieren ahorrarse el IVA intracomunitario.

La elección de Elvas por parte de Aldama, que es el que introduce allí también a Rivas, es por su cercanía a Badajoz. Esta localidad portuguesa está a sólo un cuarto de hora de España y la convierte en una ubicación perfecta para organizaciones delictivas y criminales.  

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, la Hacienda portuguesa investigó antes que la Justicia a las sociedades de Aldama y Rivas. La clara actividad fraudulenta de estas empresas hizo que el Estado de Portugal bloqueara las cuentas y las sociedades.

A pesar de ser socios, Claudio Rivas estaría un escalón por encima de Aldama al ser el financiador y cerebro de la trama. El comisionista del caso Koldo ponía a disposición del entramado sus contactos políticos y empresariales en España y otros países -sobre todo en Latinoamérica-.  

La trama movía el dinero con rapidez y por muchas empresas para que se perdiera el rastro. Aldama y Rivas ocultaban su participación en las sociedades usando testaferros a los que les ofrecía grandes cantidades dinero y recompensas por figurar como administradores únicos de las sociedades.

EL ESPAÑOL puede afirmar que Aldama y Rivas prometían entre 500.000 euros y un millón de euros a sus testaferros, muchos de ellos latinoamericanos. Sin embargo, las empresas cerraban al poco tiempo, antes de cumplir los dos años, e incumplían lo pactado.

Realmente, estas sociedades siempre estuvieron bajo el control de Aldama y Claudio Rivas. La hermana de este último, llamada María Luisa Rivas -más conocida como Marisa-, transmitía las órdenes a los administradores únicos y estos sólo ejecutaban las operaciones. 

Este periódico también ha conocido amenazas de Aldama y Rivas a sus testaferros cuando les reclamaron los impagos. 

Tanto Aldama como Claudio Rivas alardeaban de tener a sueldo a miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, intentando así amedrentar a los escalones inferiores de la trama.  

Aldama y Rivas se encuentran en prisión provisional desde el pasado viernes. Están imputados por delitos contra la Hacienda Pública, de pertenencia a organización criminal y de blanqueo de capitales en la trama del fuel.  

Ambos fueron los colíderes de una compleja estructura empresarial que defraudó 182 millones de euros con empresas comercializadoras de hidrocarburos. 

Encabeza la estructura empresarial la operadora Villafuel SL y su matriz Still Growing SL. Las comercializadoras investigadas que fueron utilizadas por Aldama y Rivas son: Canary Islands Fuel, Salamanca Fuel Center, Carburantes Jalón – Plaza, Obaoil 3000, Casmar Hidrocarburos, Espaeventos SL y Skyward Tech SL. 

«La organización criminal diseñó, implementó y operó una estructura empresarial paralela que utilizó para perfeccionar el blanqueo de los capitales generados. Así, a las cuentas bancarias tituladas por éstas, transfirieron fondos de procedencia delictiva, principalmente, desde las cuentas de las suministradoras», afirma el juez Pedraz en su auto.

Dado que el dinero viene de las suministradoras, «las mercantiles se emplean para bajar el precio del hidrocarburo con el IVA que no van a abonar«. Al final, «todo el dinero que se transfiere procede de la cuota presuntamente defraudada».

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