¿Qué destaca de estos 30 años de trayectoria?
He tenido la suerte de estar trabajando en una especialidad médica que cada vez toma más protagonismo. Porque es la que más veces atiende al paciente, pues es la que más veces diagnostica, previene, monitoriza y trata la enfermedad y todo eso apoyado con la tecnología actual de Inteligencia Artificial hace que podamos avanzar muchísimo con el paciente.
Ha colocado al Hospital de Sant Joan como un referente en inteligencia artificial (IA) y en el uso del CDSS (Clinical Decision Support System), ¿qué supone?
El CDSS es una solución digital que permite que a tiempo real podamos consultar información. Con esta herramienta, sabemos todos los datos de cualquier paciente que se le pide un análisis y podemos acceder a también a tiempo real con nuestras guías. Eso nos permite adelantarnos en el diagnóstico de enfermedades muchísimo. Este sistema es muy útil tanto en Atención Primaria, como en el servicio de Urgencias, en el que en la actualidad estamos adelantando el diagnóstico de la sepsis, la pancreatitis aguda o la insuficiencia cardíaca, entre otras dolencias. Contribuimos a salvar la vida en pacientes graves.
María Salinas, en los laboratorios donde ha trabajado en los últimos 30 años / Héctor Fuentes
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Uno de sus grandes avances se ha producido en la detección precoz de la diabetes…
Sí, incluso en muy jóvenes, porque lo que hacemos basándonos en las guías clínicas es añadir a tiempo real, una prueba que es la que diagnostica la diabetes. Por ejemplo, cuando los lípidos están alterados, una persona, según las guías, puede ser diabética. No tiene nada que ver empezar a tratar una diabetes a partir de los 20 años, que saber que eres diabético a los 50. De este modo, detectándola a tiempo y tratándola cuanto antes, todas las complicaciones de la diabetes aparecen muchísimo más tarde.
¿Cómo se consigue la detección precoz?
Aplicamos algoritmos a tiempo real. Cuando a una persona se le toma una muestra de sangre para hacerle una analítica, sea de lo que sea, aprovechamos la muestra y nuestras herramientas digitales añaden las pruebas que según las recomendaciones y guías clínicas y situación del paciente, diagnostican, previenen o monitorizan una enfermedad. Lo logramos porque tenemos desarrollados ya más de cien algoritmos que se activan de forma automática cuando cualquier persona de nuestro departamento de salud se realiza una analítica. Trabajamos en colaboración con Atención Primaria y con el servicio de Urgencias, los endocrinólogos, los reumatólogos y otros especialistas.
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¿Qué retos y dificultades tienen los laboratorios?
Expandir este nuevo modelo de laboratorio, lograr un modelo activo, en vez de un modelo pasivo. Un modelo pasivo es el que hace las pruebas que pide el médico y ya está. Un modelo activo como este, que nosotros llamamos modelo líder, es el que es el que ya que tiene la muestra del paciente y, previamente, consensuado con el clínico, aprovecha para solicitar automáticamente pruebas al paciente, aunque el médico no lo haya solicitado. Por ejemplo, medir el calcio cada tres años, diagnostica, en muchos casos, una enfermedad con exceso de hormona paratiroidea y tratándolo se evita que se vaya destrozando el hueso y el paciente acabe con una fractura ósea o cálculos renales. El beneficio es altísimo.
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