El 90% de los y las adolescentes consume pornografía. Muchos se inician entre los ocho y diez años años. Aun así, nueve de cada diez madres y padres desconocen que los menores de la casa ven este tipo de contenidos. Por eso, el Ministerio de Igualdad acaba de presentar una campaña institucional que insta a educadores y familias a hablar sobre sexo con los más jóvenes.
Durante la presentación, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha asegurado que la pornografía «cosifica a las mujeres, desprecia y genera una violencia y cultura misógina» que, luego, «muchos jóvenes intentan reproducir en la realidad».
«Eso nos preocupa como sociedad, ministerio y gobierno. De ahí esta campaña, que intenta poner sobre la mesa el debate. Es un problema que nos está acosando como sociedad. Tenemos que ser realmente proactivos a la hora de luchar contra la pornografía salvaje, machista, misógina y que redunda en las violencias hacia las mujeres», ha señalado.
Bajo el lema Habla, escucha, protege, la campaña recuerda que la mitad de los chavales y chavalas menores de edad ven porno de forma habitual, y que el 70% de quienes todavía no han cumplido 18 años reciben contenido de forma involuntaria a través de la red.
Escuela de sexo
El objetivo con ella es que la pornografía deje de ser «la escuela de sexo» de niños, niñas y adolescentes, como ha señalado en la presentación de la iniciativa la secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, Aina Calvo.
Ahí ha indicado, por ejemplo, que el 90% del contenido pornográfico que consumen los menores es violento: «No es sexo, es violencia y no podemos aceptar la normalización, la erotización y la justificación de esa violencia». También ha sostenido que el 56% de los jóvenes considera que el porno influye en sus relaciones sexuales y es una escuela para ellos.
Por todo ello creen necesario que tanto las familias como el entorno educativo y lúdico de los menores aborden este tema con ellos, con «conversaciones cercanas y no incriminatorias», pero a través de «un diálogo urgente». «Acompañar a nuestros niños y niñas es la principal medida de protección», ha añadido.
La campaña, que va a estar presente en medios de comunicación, cines y marquesinas, cuenta con escenas en las que progenitores y una entrenadora explican a chicos y chicas que la pornografía no refleja la realidad de lo que es el sexo.
La verificación de la edad no es fácil
Preguntada por el sistema de verificación de la edad en páginas de contenidos para adultos en la que trabaja el Gobierno, Redondo ha indicado que, pese a que hay distintos ministerios trabajando en un proyecto de ley, conseguirlo está siendo «técnicamente complejo». Ya ha pasado la primera ronda, ha asegurado, y ahora se está «enriqueciendo» para que no haya problemas ni menoscabe el derecho a la intimidad, uno de los grandes retos que supone este método.
