Israel está preparando su respuesta a Irán, después del lanzamiento sobre su territorio de 180 misiles balísticos por parte del régimen persa. Según ‘Financial Times’, el Gobierno de Benjamin Netanyahu estudia atacar posiciones militares lanzamisiles o incluso infraestructuras petrolíferas.

Estados Unidos está negociando con Israel para que la respuesta sea selectiva y no provoque una represalia aún mayor por parte de Irán, que eleve aún más el escenario bélico en Oriente Medio.

Con todo, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha reconocido que está «discutiendo» un posible ataque israelí contra instalaciones petrolíferas de Irán. En declaraciones a los medios de comunicación en la Casa Blanca también ha añadido que EEUU «no permite a Israel, sino que aconseja. Y hoy no va a pasar nada».

Estas palabras de Biden han tenido una rápida respuesta por parte de Irán, quien ha advertido a Washington que un gran ataque de Israel conducirá a otros ataques contra la infraestructura israelí y cualquier país que le ayude será considerado un objetivo iraní.

Los ministros de los estados árabes del Golfo Pérsico e Irán también han celebrado una reunión organizada por Qatar en la que han discutido la desescalada en el conflicto, intentando «tranquilizar» a Irán.

A este respecto, fuentes iraníes han explicado a Al Jazeera que Irán ha enviado un mensaje a Estados Unidos, a través de diplomáticos suizos, en el que dice que «la fase de autocontrol unilateral ha terminado» y que cualquier ataque israelí encontraría una «respuesta no convencional» que incluye atacar la infraestructura de Israel. No obstante, el mensaje indirecto, según esta fuente, es que Irán no quiere una guerra regional.

El rotativo británico, por su parte, añade que algunos funcionarios israelíes han pedido un ataque a instalaciones nucleares iraníes, aunque las fuentes consultadas han señalado que esto no se está considerando actualmente.

EEUU ha mostrado su rechazo a un ataque de este tipo y, junto a sus aliados occidentales (Francia y Reino Unido) han señalado que un ataque selectivo a instalaciones militares iraníes sería lo más adecuado y proporcionado.

Tanto Washington como Londres y París no desean un ataque a instalaciones petrolíferas, sobre todo por dos motivos. El primero es que eso provocaría un gran repunte del precio del petróleo. Y el segundo es que, además, podría provocar ataques de Irán a otras instalaciones petrolíferas de empresas occidentales en la región, lo que aumentaría más el precio del crudo por encima de 100 dólares.

Sin embargo, según ‘The New York Times’, Israel se está planteando «atacar a Irán directamente, de una forma mucho más contundente y pública que nunca, e Irán ha advertido de represalias masivas si lo hace».

Al parecer, Israel no responderá hasta después del ‘Rosh Hashaná’, la festividad del año nuevo judío, que dura hasta el anochecer del viernes, según varias fuentes consultadas por el rotativo americano.

Mientras tanto, Israel prosigue su ofensiva sobre Líbano, que ayer se vio afectada por la muerte de 8 de sus soldados en una emboscada de Hezbolá en la frontera entre ambos estados. También sigue bombardeando Gaza, causando la muerte de civiles.

El objetivo de Netanyahu es liquidar cualquier resistencia de Hamás y Hezbolá, después de haber asesinado a su líder, Hasan Nasrallah.

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