La administración de Joe Biden ha mostrado su respaldo a las operaciones que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron el lunes por la noche en el sur del Líbano, específicamente contra objetivos del grupo Hezbolá ubicados cerca de la frontera.
“El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, coincidieron en la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque en la frontera para impedir que Hezbolá libanés realice ofensivas similares a las del 7 de octubre contra las comunidades del norte de Israel”, según declaró Austin en el informe oficial del Pentágono tras su conversación con Gallant.
Durante esa conversación, ambos líderes analizaron las acciones militares más recientes de Israel. Austin reafirmó que “Estados Unidos apoya el derecho de Israel a defenderse”. A pesar de mostrar apoyo a las operaciones de las FDI, el secretario estadounidense hizo hincapié en que estas incursiones no deben ser vistas como el objetivo final.
“He reafirmado que la solución debe ser diplomática, de manera que se permita el retorno seguro de los civiles a sus hogares en ambas partes de la frontera”, se señala en el comunicado emitido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El informe también detalla que Austin fue claro al comunicar que Estados Unidos está preparado para proteger a su personal, así como a sus socios y aliados, ante las posibles amenazas provenientes de Irán y los grupos terroristas respaldados por este país. En este sentido, subrayó que “Estados Unidos no permitirá que ninguna de las partes aproveche la situación para intensificar la guerra o generar mayores tensiones”.
Austin concluyó con una advertencia directa hacia Teherán, reiterando que cualquier ataque militar directo por parte de Irán contra Israel traería “consecuencias graves”.