El contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), confirmó que Ibrahim Aqil, uno de los principales comandantes de Hezbolá, fue abatido junto a varios altos líderes de la fuerza de élite Radwan en un ataque aéreo israelí reciente.
Según Hagari, la reunión clandestina tuvo lugar bajo un edificio residencial en Dahiyeh, donde los líderes terroristas utilizaban a civiles como escudos humanos mientras coordinaban planes de ataque contra Israel.
En una rueda de prensa, Hagari detalló que al menos diez comandantes de Hezbolá, incluido Aqil, murieron en el bombardeo sobre Beirut. Explicó que estos líderes estaban involucrados en la elaboración y dirección de un plan terrorista conocido como “El plan para conquistar Galilea”, que pretendía invadir el norte de Israel.
El objetivo era atacar comunidades israelíes, tomar el control de la región y realizar secuestros y asesinatos de civiles, en un esquema similar al llevado a cabo por Hamás el 7 de octubre.
Hagari subrayó que “los comandantes eliminados” habían estado detrás de los ataques a ciudadanos israelíes desde el 8 de octubre y que sus intenciones eran continuar con estos actos violentos. Aqil, además de coordinar las acciones de Hezbolá en Israel, también tenía un historial de ataques en el extranjero.
El portavoz de las FDI lo describió como “un terrorista con mucha sangre en sus manos, responsable de la muerte de numerosos inocentes”. Además, mencionó que Estados Unidos ofrecía una cuantiosa recompensa por su captura.
En cuanto a la situación militar, Hagari señaló que las FDI mantienen una alta preparación tanto en el ámbito ofensivo como defensivo, aunque no se han implementado nuevas regulaciones para la población civil en el frente interno por el momento.