Más de 8.000 festejos, en más de 250 municipios. Son cifras que arrojan els bous al carrer. Cifras que hacen que, según la Generalitat, merezcan, por derecho propio, un apartado específico y particular dentro del género “espectáculos”.

En el Mediodía de COPE Más Valencia nos hemos detenido en una polémica que precisamente tiene els bous al carrer como protagonistas. La Associació Bourea de Carcaixent nace con la intención, ya lo han hecho, de solicitar que se puedan realizar este tipo de festejos. Pero se han encontrado con el “no” por respuesta.

Su presidente, Kilian, ha explicado que después de casi un año con llamadas con el ayuntamiento”. De entrada, buscan dejar claro que “no quería ninguna ayuda pública por parte del ayuntamiento, ya que teníamos el dinero para realizar el festejo sin ningún problema”, recalca.

Finalmente, se han encontrado con una ordenanza municipal de bienestar animal con la que el Ayuntamiento se apoya para no aprobar la celebración de este tipo de festejo. Desde 1991 no se celebran, pero desde la Asociación consideran que la legislación autonómica lo considera “tradición”

Ante la negativa, apuestan por los “trámites legales pertinentes” para denunciar al propio consistorio. Aunque “nos gustaría solucionarlo, sinceramente, somos muy negativos” ante un posible entendimiento con la administración. Las fiestas son en la primera mitad de octubre y tenían programados 11 actos en cinco días, del 8 al 13… Siendo conscientes de que “por esas fechas ahora mismo está ya muy complicado”

Su alcaldesa, Carolina Miñana, afronta un conflicto que hasta ahora no había afrontado pese a estar en la oposición durante ocho años previamente: “Jamás había pasado. No entendemos que detrás de esto, porque es incomprensible”, ha comentado.

En 2017 se aprobó una ordenanza municipal de bienestar animal, por unanimidad, “nadie dijo nada”.

Sobre la ley autonómica a la que se acogen desde la Asociación, Miñana, se puede interpretar en “función de cómo interese… Es decir, la ley lo que te dice es que las administraciones públicas tienen la obligación de preservar los festejos taurinos tradicionales y hasta ahí estamos de acuerdo”. Pero insiste, “aquí no es tradición, no es como en otros pueblos de alrededor”.

“La gente que a mí me para, me dice por la calle, no vas a hacer todos ahora, ¿verdad?”, responde pregunta por el sentir entre sus vecinos. Y finaliza con rotundidad: «Me voy a acoger primero al sentido común, a la tradición y a la normativa. Por tanto, no se puede permitir ahora esto en Carcaixent.

Fuente